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La derecha, por fin vencida

ALFONSO SASTRE

Si no he entendido mal, la derecha española ha sido vencida desde ya por la gestión del Partido Socialista Obrero Español durante estos últimos meses. Al menos algo así acabo de oír en la reseña que se ha dado por las radios a propósito de un llamado Documento de estrategia del PSOE, presentado por un militante de nombre Pedro Bofill, que debe ser un portavoz de tal organización o algo por el estilo. La derecha estaría afectada, según este análisis, de una "crisis de identidad" y de ahí sus graves problemas que parecen garantizar el triunfo futuro del PSOE, cuando las próximas elecciones generales se realicen. Sobre lo que afecte, en este brillante pretriunfo del PSOE, a la izquierda española, presuntamente representada por el partido comunista, no me parece ni siquiera interesante plantearse la cuestión, dada la inexistencia de una posición de izquierda en lo que se ha dado en llamar el arco parlamentario: los pequeños movimientos tardíos y demagógicos del PCE no pueden ni malamente encubrir la idea fuerte de que su presencia en las altas instancias del poder se produciría en términos de dura derecha, incluso a la derecha del PSOE. De modo que por ese costado no hay problemas o los que haya no nos interesan demasiado.El problema de la derecha vencida por los socialistas sí que es interesante. La idea de que la derecha ha perdido su identidad y se encuentra confusa sí que es, efectivamente, algo a considerar. Lo que a mí personalmente me preocupa es que este hecho, que me parece muy bien observado, no preocupe seriamente a los socialistas, dado que esa pérdida de identidad de la derecha, esa confusión, se debe seguramente a que los socialistas han asumido el papel que a esa derecha correspondía.

Confusa se halla la derecha, sin duda, y en eso es seguro que el documento estratégico del PSOE tiene razón; ¿pero no es inquietante para ustedes, socialistas, que esa crisis de identidad de la derecha se deba -y para mí esto es casi seguro- a que ustedes han asumido y puesto en práctica su papel¿ ¿Pues qué les queda a ellos, efectivamente, si ustedes hacen lo que ellos harían? Los han destruido o están en el trance de aniquilarlos, podría llegarse a admitir, en el mejor de los casos para ustedes, ¿pero a qué precio? Nada menos que al muy caro de realizar lo que ni ellos mismos se atreverían a hacer en el caso de que se hubieran aupado sobre esa cúspide, aunque en ese caso ellos contarían con el beneplácito de las fuerzas fácticamente más reaccionarias; y es que en tal caso con lo que no contarían es, seguramente, con el beneplácito de ustedes y en suma con ese gran poder social que ustedes quizá ahora usurpan, pero entonces quizá representarían.

Lo que a mí, que no soy nadie en la política, casi nadie en las letras y muy poco en el teatro, me inquieta es que ustedes no se ,sientan inquietos por esa "pérdida de identidad" de la derecha, porque a cualquiera, que no sean ustedes (a lo que parece), se le ocurriría que esa pérdida de identidad de la derecha significa algo muy grave para quienes se consideran de izquierda y están, es un decir, en el poder. Lo que significa, si no estoy muy equivocado, es que ustedes están haciendo lo suyo, lo de ellos; y me parece muy grave. ¿O no lo es tanto? Ustedes sabrán, ustedes sabrán.

Sin embargo, parece cierto que una política de izquierda tendría que acrecentar y consolidar la identidad de la derecha y que ello tendría que significar, negativamente si se quiere, que se está verdaderamente en el camino de un cambio. Precisamente en una situación de izquierda, la derecha ha de revelarse como una inequívoca identidad: y la crisis de esta identidad no puede significar sino que una llamada izquierda está realizando -y con qué entusiasmo a veces- su propio programa.

Original forma de vencer las posiciones de derecha: realizar sus más queridas ilusiones. ¿Dónde está, socialistas, vuestra victoria?

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