El director musical Jorge Rubio habla del músico ruso suicidado en Gijón
El suicidio del primer violinista soviético Boris Korsakov, el sábado, en Gijón, no tuvo otra causa que la profunda depresión que le aquejaba, según Jorge Rubio, amigo del concertino y director de la orquesta durante su gira.
"Es incierto que hubiera causas políticas en su muerte", declaró a Efe Jorge Rubio, "como lo de que había solicitado asilo político en Barcelona, cuando la orquesta no ha pasado por allí. Si yo hubiera tenido que decir qué personas hubieran pedido asilo entre las de la orquesta, el último en que yo hubiera pensado es en Korsakov".
"La orquesta sufrió un gran impresión", sigue diciendo Rubio, "porque era un hombre querido y aquella noche tocó la Novena de Beethoven en su homenaje. Homenaje doble, porque se unió la heroicidad del Orfeón Donostiarra, que, a causa de las inundaciones, tuvo que viajar más de 1.000 kilómetros y 13 horas en autobús para llegar al concierto de Gijón.
El cadáver del músico será trasladado hoy a la Unión Soviética, en un barco de su país que se encuentra en el puerto de Avilés.
Babelia
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