Las difíciles vacaciones de los 10.000 enfermos renales españoles
De los aproximadamente 10.000 enfermos renales que existen en España en tratamiento de diálisis en cualquiera de sus modalidades, más del 30% sale de vacaciones cada año, preferentemente hacia las costas de Cataluña, Levante y Andalucía. La idea de salir de vacaciones, toda un aventura para el enfermo renal, la suele adoptar éste generalmente empujado por la familia.
En la insuficiencia renal crónica, la función del riñón debe ser suplida bien por la hemodiálisis o por la diálisis peritoneal. La hemodiálisis, utiliza una máquina, riñón artificial, que permite poner periódicamente en contacto la sangre del paciente con el liquido de diálisis a través de una membrana, y eliminar del organismo sustancias tóxicas y agua.La diálisis peritoneal continua domiciliaria (DAPC), es un método alternativo de la hemodiálisis y se utiliza desde hace unos tres años en España. Se aprovecha como membrana de diálisis el peritoneo, en el que se introduce el líquido de diálisis a través de un cateter blando inserto de forma fija en el abdomen. El paciente se está dializando continuamente porque tiene siempre en peritoneo dos litros de líquido de diálisis, salvo en el proceso de vaciado y llenado. La casa fabricante del líquido, se lo suministra a los pacientes en bolsas en, su propio domicilió.
Los que utilizan la DAPC, por la propia autosuficiencia del método, tienen plena libertad para desplazarse al sitio deseado. Una simple llamada telefónica a la empresa concesionaria de las bolsas de diálisis es suficiente; ésta se encarga de suministrar el pedido solicitado en el día y el lugar indicados.
Los enfermos en programa de hemodiálisis están más limitados que los anteriores, dependen de que existan plazas libres en alguna unidad de hemodiálisis de la ciudad en la que quieren veranear.
Ventajas psicológicas
La limitación para que los enfermos renales crónicos puedan desplazarse está determinada según Rafael Selgas, nefrólogo de la Ciudad Sanitaria La Paz, de Madrid, por "el grado de rehabilitación que el paciente haya alcanzado en un momento determinado, independientemente del tipo de diálisis a la que esté sometido. También es importante el estado anímico, que en ocasiones puede hacerle creer que se encuentra limitado físicaniente". En general , no se dan problemas médicos objetivos por el cambio de hospital. Para Selgas, "desplazarse en diálisis es seguro porque se realiza en todas partes con unos mínimos. En cambio, las ventajas psicológicas de tomar vacaciones son importantes. Cuando vuelven, vienen eufóricos por haber hecho algo normal".Los pacientes en DAPC pese a tener una mayor autonomía, también se suelen encontrar con problemas. A Esperanza Toledo, paciente de DAPC que tomaba vacaciones por primera vez desde que hace tres años inició el tratamiento, la expulsaron de la pensión Universo de Alicante. "La primera noche de nuestra llegada y la mañana siguiente, me dialicé con toda normalidad y fui a la playa Al regresar, la dueña de la pensión habló con mi marido y le dijo que teníamos que marchamos porque a la limpiadora le molestaba ver el material de diálisis (bolsas de plástico con líquido transparente, gasas estériles, un desinfectante y esparadrapo) y porque estaba prohibido tener enfermos".
Otro problemas son más bien de tipo personal. Para Rosa, de 24 años, el hecho de llevar una bolsa que se nota ligeramente debajo del traje de baño le ha hecho sentirse un tanto "especial, casi ridícula. Al principio siempre iba a la playa o a la piscina con pareo, procuraba disimular aunque tenía asimilada la enfermedad y sabía que la bolsa formaba parte de mí como los dientes o las manos. Ahora ya me he acostumbrado y no renuncio a bañarme o tomar el sol".
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