La Generalitat da 'luz verde' a la rehabilitación del centro histórico
La Generalitat valenciana ha dado luz verde al plan de rehabilitación del centro histórico de Valencia, que alienta su actual corporación. La Consejería de Obras Públicas y Urbanismo se ha limitado a agotar el plazo legal de seis meses para responder a la corporación, por lo que su silencio administrativo significa que no han superado las resistencias de dentro y fuera de la Consejería para que el ayuntamiento lleve adelante el proyecto de reforma de los cinco barrios que integran el centro histórico.Las resistencias proceden, sobre todo, de la vigencia del Plan General de Ordenación Urbana de Valencia que tuvo sus orígenes en 1946 y reforma 10 años después, por el que el centro histórico era objeto de una serie de atropellos urbanísticos al dividirlo por nuevas arterias de ancho trazado y ensanchar calles sin valorar la riqueza arquitectónica de viejos edificios. La Cámara de la Propiedad Urbana y propietarios particulares que fueron favorecidos por aquel plan han presentado alegaciones ante el ayuntamiento contra el proyecto de rehabilitación. Estas alegaciones han influido en que la Consejería no emitiera un informe favorable en vez de esconderse tras el silencio administrativo.
La riada del Turia en octubre de 1957 fue un elemento decisivo para hundir la pujanza popular de Ciutat Vella (nombre del centro histórico) y de sus cinco barrios, el Carmen, Seu y Xerea, Universitat, Velluters y Mercat. Desde entonces no ha levantado cabeza. Aunque también han influido en el abandono las expectativas surgidas con el plan de 1956, ya que el nuevo trazado de calles revalorizaba numerosos solares, cuyos viejos edificios se han dejado caer para su futuro uso urbano como zona edificable. El centro histórico se corresponde con la ciudad que permaneció encerrada por las murallas hasta 1865, hoy transformadas en una vía circular de tráfico o primer cinturón de Ronda.
Los cinco planes especiales cuya aprobación por el ayuntamiento, tras la luz verde de la Consejeria, puede estar resuelta antes de concluir 1983, pretende respetar la trama histórica de la ciudad y atraer a los constructores hacia un nuevo urbanismo que mantiene ofertas de trabajo, pero respetando el pasado. También se quiere remontar el índice de despoblación que se registra eÍn los cinco barrios que integran el centro histórico y garantizar, en colaboración con sus propietarios, la pervivencia de los 2.000 edificios de interés histórico y arquitectónico catalogados en esta zona de la ciudad.
Las medidas más inmediatas serán peatonalizar determinadas calles del barrio del Carmen y las calles que rodean el palacio arzobispal y la plaza de Nápoles y Sicilia, donde cada domingo se sitúan los vendedores del rastro.
La voluntad del ayuntamiento de llevar adelante la rehabilitación del centro histórico, aunque no esté derogada la antigua ordenación urbana, coincide con el deseo expresado por esta corporación y otros ayuntamientos del área metropolitana de suprimir el Consejo General de la Corporación Administrativa Gran Valencia.
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