La guerrilla islámica lanzó el mayor ataque contra Kabul desde la invasión soviética

La guerrilla islámica afgana lanzó el pasado sábado su mayor ataque contra Kabul desde que las tropas soviéticas invadieron el país en diciembre de 1979, según fuentes diplomáticas occidentales.El ataque comenzó hacia las 10 de la noche y se prolongó durante más de cinco horas, en las que fueron alcanzados simultáneamente por morteros y armas automáticas el antiguo fuerte de Bala Hissar, la estación de radio y televisión y el distrito residencial de Mikrorayon, donde se alojan importantes personalidades del régimen y consejeros soviéticos.

Las tropas gubernamentales, respondieron al fuego dirigiendo sus ataques a las posiciones guerrilleras en los montes cercanos al fuerte. Se desconoce el número de bajas en ambos bandos.

En los barrios del sur y oeste de Kabul, donde desde hace varios meses se han infiltrado miembros de la resistencia islámica, dos destacamentos militares fueron atacados y varios miembros del partido comunista aigano y de la policía secreta fueron asesinados. No se excluye la posibilidad de que miembros de la fracción Khalq, minoritaria en el partido y en el Gobierno, hayan coordinado con la guerrilla operaciones contra miembros de la fracción en el poder, Parcham.

Las mismas fuentes han informado sobre la concentración de tanques soviéticos a la entrada del valle del Panjshir, al norte de Kabul. Este hecho podría formar parte de los primeros preparativos de una nueva ofensiva contra este bastión de la resistencia, donde acaba de finalizar un alto el fuego de seis meses.

Los guerrilleros de esta zona atacaron el viernes varios destacamentos militares afganos situados a la salida del valle, haciendo numerosas víctimas entre los soldados gubernamentales.

Los guerrilleros del comandante Massoud, jefe de la resistencia en la región de Panjshir, secuestraron el cargamento de cinco camiones que tranportaban víveres de la URSS a Kabul.

La semana pasada, 50 civiles afganos resultaron muertos o heridos, en una casa de té en el Norte del país, al abrir fuego los tripulantes de un tanque soviético después que uno de los soldados fuera alcanzado por los disparos de un tirador que actuaba aisladamente.