La 'cumbre' magrebí, en suspenso por el aplazamiento del viaje de Gadafi a Túnez

El dirigente libio Muamar Gadafi ha aplazado por unos días su visita oficial a Tunicia, que debía comenzar hoy, en un claro indicio de la preocupación con que sigue Trípoli la evolución de la crisis de Chad. La posibilidad de una cumbre magrebí, que hubiera reunido en torno a Gadafi. y el presidente tunecino, Habib Burguiba, a los jefes de Estado de Argelia, Marruecos y Mauritania, ha quedado, así mismo, en suspenso.A pesar de ellos, en unas declaraciones a una agencia de prensa europea, el primer ministro de Tunicia, Mohamed Mzali, ha reafirmado que la idea de convocar una cumbre magrebí seguía vigente y que tal reunión, si se celebra, debía ser de carácter político.

Según el primer ministro tunecino, la idea en mente de todos no era celebrar una cumbre económica, sino realmente política, con la posibilidad de adoptar decisiones a propósito de temas sociales, educativos y económicos. Entre esas decisiones estaría la creación de una unión aduanera magrebí a corto plazo, así como la adopción de una postura común frente a la futura entrada de España y Portugal en la CEE.

La mejoría constatada en las relaciones libio-tunecinas y el proceso en marcha de normalización entre Argelia y Marruecos justificaban un cierto optimismo de los analistas diplomáticos en Argel a propósito de la celebración de la citada cumbre, de la, que podría salir por lo menos un esquema de cooperación económica multilateral de menor envergadura que la idea de un mercado común magrebí, la cual ha sido considerada como prematura por el primer ministro de Tunicia.

En la capital argelina no ha Podido obtenerse el menor indicio sobre el contenido de la concertación mantenida días pasados entre los jefes de Estado de Argelia, Marruecos y Mauritania, a través de una serie de viajes de sus respectivos enviados especiales.

Un emisario del presidente mauritano, se había trasladado a Túnez y Argel para entregar sendos mensajes a sus presidentes, relacionados con la preparación de la cumbre.

Todo permite suponer que, si la posibilidad de convocar la cumbre se ha barajado con seguridad, no ha habido unanimidad en cuanto a los temas que, debían tratarse, incluido el del Sáhara occidental.

El jefe del Estado libio debe concluir en Tunicia un periplo magrebí que le ha llevado ya a Rabat, Nuakchott y Argel. Durante esas visitas, Gadafi planteó la necesidad de elevar el nivel de concertación política entre las capitales del Magreb, así como la de concluir nuevos acuerdos de cooperación económica.

La actitud del coronel Gadafi hacia esa cumbre parece haber cambiado significativamente luego de los viajes efectuados a Rabat y Argel, y la celebración, hace pocos días, en Trípoli, de conversaciones libio-marroquíes a propósito de cooperación económica.

Los tunecinos han revelado que entre los obstáculos que impedían la participación de Libia en esa conferencia estaba el convencimiento de Trípoli de que una unión magrebí no favorecería la reconstitución de la unidad árabe cuando, según Tunicia, se trata, precisamente, de todo lo contrario.