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Los centros regionales de Televisión Española

El nuevo centro de Sant Cugat permite mayor coordinación de los servicios televisivos

El pasado día 6 de julio TVE en Cataluña empezó a emitir desde un nuevo centro, de modernas instalaciones, situado en Sant Cugat del Vallès, a unos veinte kilómetros de Barcelona. Pese a ello las quejas de los trabajadores ante lo que definen como "un traslado a la aventura", se multiplican, aún reconociendo que había que poner fin a la dispersión de centros laborales. Los objetivos inmediatos de los directivos de Sant Cugat van por la senda de la racionalización, a fin de conseguir una mejora de las emisiones y de los horarios de las mismas. Hasta el momento se ha cubierto la parte correspondiente a la mejora de instalaciones, queda pendiente la ampliación de los presupuestos, la mejora de los horarios y la redistribución de las plantillas.

Manuel Vázquez Montalbán escribió una vez que entre el centro de TVE en Madrid y los surgidos en otros puntos de España hay una relación del primer hijo a los siguientes. El primero es el primero, luego nunca es lo mismo. A cambio están los celos. La metáfora paterno-filial es la más adecuada para entender lo que ocurre en Sant Cugat, especial mente si, al menor interés que han despertado tradicionalmente en Madrid los centros llama dos periféricos, añadimos las relaciones de emulación que con frecuencia se producen entre hermanos.Finalmente, TVE en Cataluña parece en camino de lograr ese estadio sobre el que, sin embargo, no dejan de llover críticas, especialente por parte de los trabajadores, que consideran que situar el centro de trabajo a 20 kilómetros reales de Barcelona sólo puede contribuir a dificultar el cubrimiento de determinadas informaciones centradas en la ciudad. Un miembro del comité de empresa considera que el traslado se ha hecho "a la aventura, con reuniones de comisiones paritarias inútiles, porque al final ha decidido Madrid". Otros, sin embargo, ven en la concentración de los diferentes centros de trabajo el inicio de un proceso de racionalización que debe revertir en una mejora notable del producto final.

Sant Cugat se inauguró el pasado 6 de julio. Hasta entonces, y aún ahora, TVE en Cataluña ha estado situada en diversos centros, algunos de ellos de alquiler. El director de uno de los programas que se emiten actualmente por el circuito catalán comentaba a este diario que "el traslado a Sant Cugat ha hecho que me entere de la existencia de algunos servicios, que ni hubiera imaginado que existían".

Las condiciones de trabajo, según opinión general, han mejorado y mejorarán más a medida que se completen las tres fases del proyecto. Con todo, pasear por la casa puede deparar sorpresas. El servicio de montaje de cine, por ejemplo, se encuentra encajonado en un pasillo, separado. por dos débiles mamparas de otras zonas de montaje. El ruido es más que colosal, y los responsables no muestran precisamente cara de satisfacción.

El centro más antiguo de TVE en Barcelona es Miramar. Un vetusto edificio que ha funcionado hasta el pasado día 6 de julio. La necesidad impuso rápidamente una ampliación y para ello se utilizaron unos locales en l'Hospitalet de Llobregat y otros en Esplugues, estos últimos alquilados a los estudios cinematográficos Isasi.

Los motivos oficiales para la elección del lugar son: sus dimensiones -unas 10 hectáreas-; la regularidad de su forma, con una pendiente aceptable; estar situados en la zona de expansión de Barcelona ciudad; disponer en lugar no lejano de un apeadero de los Ferrocarriles de Cataluña; hallarse junto a una autopista; disponer de visibilidad directa del Tibidabo y facilidades para los servicios.

Las fases del proyecto fueron tres, de las que dos están aún pendientes. En la primera, se han construido los espacios ocupa dos por oficinas, técnicos, con troles, estudios y premontaje y sala de máquinas. En la segunda, cuya finalización está prevista para el próximo año, se prevé la entrada en funcionamiento de los bloques de maquillaje y los estudios 3 y 4, de 450 metros cuadrados cada uno de ellos, y un bloque de control, vestuarios, camerinos, construcción de de corados, decoración y almacen. Cuando estos bloques se inauguren dejarán de funcionar los es tudios de Esplugues. La tercera fase proyecta la construcción de los estudios de producción de progrmas 5 y 6, de 600 metros cuadrados cada uno de ellos, un tercer bloque de oficinas y un bloque de producción.

Los servicios con los que cuenta hoy Sant Cugat son ya importantes y, en opinión de su actual director, Pere Felis, "si hicera falta, podríamos casi funcionar de forma autónoma". En estos momentos se emiten 26 horas y media semanales, muy esporádicamente incrementadas. La mayoría de los programas emitidos son producción propia.

Para la producción de los programas, Sant Cugat cuenta con abundantes medios técnicos y personal, si bien, a juzgar por las opiniones de los responsables, unos y otros son insuficientes para cubrir las necesidades televisivas de Cataluña. Las quejas se acentúan al tratar el tema del presupuesto -unos 400 millones de pesetas en 1983-, y de personal -684 personas, entre colaboradores y fijos, más una docena de corresponsales-.

Enric Sopena, jefe de informativos, lamenta la falta de periodistas y las dificultades de contratación; Sergi Schaff, responsable de la programación, se duele del escaso presupuesto que le obliga a realizar programas de estudio para compensar la carestía de la producción de dramáticos; Manuel Escorza, ingeniero jefe, manifiesta su incomodidad por las dificultades para cubrir plazas de técnico -"una plaza puede estar vacante dos años"- y por tener unidades móviles sin pleno rendimiento; Pere Felis afirma que si se le doblara el presupuesto podría absorberlo.

Donde mayor satisfacción existe es entre los técnicos, debido a la modernidad del material, si bien se aceptan las reservas del comité de empresa sobre los problemas derivados de las categorías. "Las plantillas de TVE no las hacemos en la casa, las hace magistratura", afirma un alto cargo. Ello se debe a la rápida evolución de la tecnología empleada, que hace aparecer y desaparecer funciones y categorías sin tiempo para que la burocracia "desesperantemente lenta" según expresión de Sopena, tenga tiempo para proceder legalmente. Correlacionado con el proceso tecnológico, está el problema de los pluses.

Hasta ahora la falta de categoría reconocida se suplía con una gratificación extraordinaria -plus- Este sistema de incrementos fue generalizado por el equipo Ansón y la actual dirección ha decidido suprimirlo. "Las cosas nos son sencillas", afirma un miembro del comité de empresa, "está claro que lo que pide la dirección, de que cada uno efectúe las funciones de su categoría, ni más ni menos, es correcto. Si no se produce el caos que se ha venido produciendo: el personal cumple con las funciones de una categoría superior, a los seis meses se va a magistratura y ésta le reconoce la categoría nueva.

Equipos técnicos

Eso dispara el presupuesto. Pero también está claro que sin eso y sin los pluses se puede producir, a no ser que haya una planificación impecable, un colapso. Porque hay quien se niega a conducir una camioneta de filmación. Y es normal que así sea, porque el material que va allí dentro vale muchos millones y conducirla exige cierta responsablidad". Ahora se conduce a cambio de un plus. Los equipos técnicos materiales de que dispone Sant Cugat son los siguientes: cuatro estudios (dos grandes, y dos pequeños). Tres unidades móviles de gran tamaño. Seis equipos de reportaje dotados con cámara de vídeo. Todos los equipos son portátiles y utilizan el sistema de tres cuartos de pulgada. Cinco magnetos portátiles de una pulgada. Dos equipos para servicios informativos. Todos ellos permiten grabar, reproducir y emitir. Hay, además, dos equipos Ampex 1200B de dos pulgadas, que se utilizan fundamentalmente para el material de archivo, equipos ENG (periodismo ligero): tres coches para toma, de imagen en marcha. Cine: 14 cámaras con sonido y seis sin sonido, estas últimas prácticamente en desuso. Tres Telecines. Siete moviolas de 16 milímetros y 1 de 35 milímetros utilizada para archivo. A todo este equipo hay que añadirle un pasarótulos, cinco generadores de caracteres electrónicos para vídeo y un compositor que permite realizar dibujos en vídeo. Un sistema de enlaces con ocho líneas de entrada y seis de salida y dos grupos electrógenos. Sant Cugat dispone también de dos controles de realización completos. Dos controles de continuidad, que permiten mezclar audio y vídeo, y un control central general. El sistema de iluminación es automático y tiene memoria programable.

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