Sesión típica de agosto
Las bolsas, fieles a sí mismas, han entrado en agosto con una sesión que ha logrado reunir todos los tópicos que se le atribuyen a este mes. Calor en los patios de contratación, ambiente apagado, poco público, movimientos especulativos, etcétera. La única diferencia que presenta este año con respecto a los anteriores, es que en mayor o menor grado, esta situación ha venido repitiéndose machaconamente durante todo el mes de julio, con lo que llueve sobre mojado y lo único que sucede a fin de cuentas, es que el proceso se agrava.Uno de los comentarios obligados ayer en los corros fue la cotización que alcanzó el dólar frente a la peseta. El salto de esa barrera sicológica que parecen representar las cifras redondas, no ha sorprendido a nadie, y su repercusión en los mercados de valores no se ha dejado notar, al menos de una manera significativa. El otro tema de conversación se centró en las declaraciones del ministro de Industria sobre el funcionamiento de las empresas del sector público. No es algo que influya directamente en el mercado, pero los corros son extraordinariamente cortos y los temas de conversación escasean.
Por lo demás, las sesiones discurrieron dentro de un ambiente hasta cierto punto optimista, que no logró reflejarse en las cotizaciones, salvo en algunos valores del sector eléctrico que, casi milagrosamente, han salido del letargo en que se encontraban y se apuntan unas mejoras que van a animar estos corros en los próximos días.
Gran parte de las esperanzas están puestas en la evolución de los títulos bancarios, que ayer ofrecían un aspecto tranquilizador. Una notable disminución del papel a la venta, puso al club de los siete en una postura cómoda para encarar las próximas reuniones. El pago de dividendos hecho por tres de los componentes del grupo, evidenció la resolución de no ceder a la baja que tienen estas instituciones. Santander y Popular, pagaron un dividendo complementario al que unieron otro a cuenta del presente ejercicio que, una vez descontados impuestos, representan 32,23 pesetas para los accionistas del primero y 67,20 para los del segundo. Banesto pagó un dividendo a cuenta de este ejercicio de 25,20 pesetas. Las tres entidades recuperaron parte del importe de los dividendos, con lo que la situación dentro del sector resultaba francamente positiva. Hay que añadir, sin embargo, que no en todos los mercados se dio la misma evolución de estos valores.
El grupo de constructoras cementeras, excepto algún valor aislado, se vió abandonado a su suerte, cediendo posiciones varios de sus componentes más representativos, agudizándose este proceso en el mercado catalán, en el que estos títulos tienen una importancia significativa. Este sector, al que hay que unir el siderúrgico, fueron los causantes del retroceso que sufrió el índice general de la bolsa de Barcelona.
Sin embargo, en Madrid, el grupo siderúrgico estuvo más entonado y gracias a los 15 enteros que ganó Felguera, que se está convirtiendo en la estrella del grupo, pudo. unirse en las variaciones positivas a Eléctricas y bancos y propiciar así, la mejora de doce centésimas en el indicador de este mercado. Bilbao y Valencia ganaron 13 y ocho centésimas respectivamente, con lo que la sesión en conjunto, ofrece un principio de mes que parece querer responder a las esperanzas de los que se han quedado. De momento, todo funciona según lo previsto.
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