Un profesor sevillano, insultado y maltratado por la Policía de Gibraltar

Un profesor sevillano, participante en los cursos de verano que se están celebrando en San Roque (Cádiz), fue retenido durante una hora, insultado y maltratado por la policía de frontera de Gibraltar el pasado día 29 de julio, cuando intentaba entrar en la Roca para grabar el habla gibraltareña y estudiar sus conexiones con la andaluza. Finalmente, fue declarado persona non grata y devuelto a España, con la expresa prohibición de volver al Peñón. La increíble desventura comenzó cuando Benigno Domínguez Cuesta, profesor de Educación General Básica dedicado desde hace 20 años a la educación especial, de la que fue pionero en la provincia de Sevilla, decidió hacer un alto en su trabajo como alumno de los cursos de verano de San Roque y visitar la Roca para, magnetofón en ristre, grabar conversaciones espontáneas de los llanitos y hacer un estudio comparado de las hablas gibraltareña y andaluza y sus indudables relaciones. Es de destacar que los citados cursos contienen programas referidos a Gibraltar. Según relató a EL PAIS el propio Benigno Domínguez, el día 29, a las cinco de la tarde, se presentó en la frontera española con el magnetofón y preguntó si podía pasar. "Necesita el pasaporte", le dijeron. Respondió que en la propia tierra de uno el pasaporte es un documento inútil, pero accedió a facilitarlo después de que la Policía Nacional se lo pidiera de nuevo. Lo sellaron y pasó a la ventanilla donde se encontraba la policía británica. Para iniciar su trabajo comparativo de inmediato, hizo las mismas preguntas y contestó de la misma forma en la frontera inglesa. En décimas de segundo hubo una llamada de alerta y se vio rodeado de policías que le insultaban soezmente. Ante su amago de continuar andando, fue detenido: "Usted nos acompaña. Está bajo la autoridad de un país democrático. ¿Acaso no sabe que esto es territorio británico?". Replicó que, al menos sentimentalmente, aquél era territorio español. "Está usted insultando la soberanía británica", continuaron los guardias, que se expresaron siempre con un perfecto acento andaluz. Acudieron más policías, y ante su resistencia le prendieron, retorciéndole los brazos hacia la espalda, y le arrastraron, todo ello en presencia de las ñurnerosas personas que en ese momento estaban pasando la frontera. Media hora después apareció un sargento, quien le anunció que las autoridades británicas le habían considerado persona non grata y que sería devuelto a España, pero con la prohibición de regresar nunca más a la Roca.