Sobre el referéndum de Banca

El 24 de julio se publicaba una carta firmada por J. Cañete sobre la que desearía hacer algunas matizaciones.Dice -pretendiendo citar fuentes de CCOO- que sólo se habían registrado 20.000 o 24.000 votos afirmativos. Cuando se llevaba escrutado el 89,9% ya se registraban 41.032 votos favorables al preacuerdo AEB-CCOO, según información suministrada por este sindicato, que es el único que ha facilitado datos.

Opina J. Cañete que "con la emisión en la consulta de sólo do s votos y que éstos hubieran sido positivos, CCOO podría haber dicho que habían triunfado los síes sobre los noes". Hay que recordar que,uno de los mínimos que CCOO se había previamente marcado para considerar válidamente celebrado el referéndum y así poder entrar en el análisis y valoración de sus resultados era que emitiera su voto al menos la mitad más uno del censo de trabajadores presentes. Este requisito, con el porcentaje de escrutinio al que me he referido, se cubría ampliamente al haber votado un 66,78% de tal censo. El otro requisito, también cubierto, era que la mayoría de los votos emitidos fueran afirmativos.

Ya en el terreno del análisis que cada uno haga del referéndum, me parece destacable el hecho de que la mayoría de los trabajadores presentes hayan mostrado con el ejercicio del voto -afirmativo o negativo- su aceptación del referéndum como método democrático válido para la resolución de un .tema como el que nos ocupa.

No me parece aceptable que quienes propugnaron la no participación y anunciaron su no aceptación de los resultados, fueren éstos cuales fueren, quieran apuntarse ahora a todas las variantes, tales como el no, la abstención de los presentes y la de los ausentes.

Si no hay que buscar vencedores ni vencidos -en eso estamos de acuerdo- y hay que lograr la unidad de todos los sindicatos y trabajadores del sector, me permito sugerir que cuando menos debe de aceptarse por todos que la jornada partida es negociable. /