El Ayuntamiento de Vigo comienza el derribo de edificaciones clandestinas

El Ayuntamiento vigués ha iniciado una política contra las edificaciones clandestinas que ayer se concretó en la ejecución de una orden de derribo de un chalé construido en la playa de Corujo, una de las más importantes del municipio. Se trata de una edificación de dos plantas con 126 metros de superficie en cada una de ellas en la que hasta el momento se habían invertido 1.300.000 pesetas, según la valoración hecha por los técnicos municipales.Ante la presencia de una brigada de obreros del ayuntamiento, a los que acompañaba la concejala María Arán, se concentraron grupos de vecinos para impedir el derribo, encabezados por el dueño de la obra, que exhibía un ejemplar de la Constitución para indicar que sus derechos estaban siendo atropellados al tiempo que en la otra mano esgrimía una barra de hierro en tono amenazador. Tras un amago de demolición, la representante municipal accedió a conceder un plazo máximo de tres días para que sea ejecutada por el propietario.

Dentro de esta política de lucha contra la indisciplina urbanística, hoy se propondrá a la comisión municipal permanente el derribo de otros tres chalés que fueron construidos también de forma ¡legal en San Pelayo de Navia y Sayanes, así como el de los áticos de un edificio de viviendas que sólo fueron autorizados como cuartos trasteros.

Por otra parte, el nuevo responsable de la Comisión de Urbanismo, Jorge Parada, del PSOE, ha asumido un proyecto de su predecesor para crear una oficina de disciplina urbanística permanente. El presupuesto de este servicio se estima en 13 millones de pesetas al año en concepto de gastos, y a la vista de la abundancia de infracciones se calcula que reportaría un beneficio neto al ayuntamiento de ocho millones de pesetas anuales.