Estados Unidos quiere que España continúe en la OTAN, según Thomas Enders

Thomas Enders, recientemente nombrado por el presidente Ronald Reagan como nuevo embajador de Estados Unidos en España presidirá hoy la confirmación del comité de Relaciones Exteriores del Senado, tras una breve intervención celebrada ayer ante el subcomité para Europa de esta cámara.Enders, que fue cesado por Reagan como subsecretario para Asuntos Interamericanos por sus diferencias con el Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca a propósito de Centroamérica, marcó un poco lo que será su actuación al frente de la embajada de EE.UU. en Madrid. Tras agradecer el nombramiento a Reagan, señalar la "solidez" de la democracia en España y destacar la figura del Rey, Enders fijó sus puntos de vista en los temas del referéndum de España sobre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ingreso de España en la Comunidad Económica Europea (CEE), relaciones comerciales bilaterales y posición del Gobierno español en Centroamérica.

El nuevo embajador fue muy coherente con la línea oficial de la administración Reagan al señalar que el referéndum es "una decisión que corresponde a España". "Pero", añadió, "es una decisión muy importante para Estados Unidos y los aliados, en el contexto del equilibrio Este-Oeste", siendo un asunto que "interesa a todos". El mensaje, por parte del nuevo embajador, no puede ser más claro: EE.UU. quiere que España continúe en la OTAN.

En el capítulo del ingreso al Mercado Común, aspiración que "EE.UU. apoya plenamente", como dijeron al presidente Felipe González durante su reciente visita a Washington, Thomas Enders puntualizó que, en Madrid, procurará trabajar para que el ingreso .no perjudique los intereses de Estados Unidos", principalmente en el sector del comercio agrícola.

En relaciones comerciales bilaterales, otro de los grandes contenciosos entre Washington y Madrid, Enders consideró que, a pesar de que España se queje de que hay un desequilibrio comercial (es de 3 a 1 contra España), hay en realidad un "equilibrio de oportunidades" y que toca a los españoles ser mas agresivos en el mercado norteamericano.

Por último, la posición de España en el conflicto de Centroamérica -tema que, en parte, contribuyó a que Enders cayera en desgracia ante la Casa Blanca, al haber intentado la aplicación de una doble vía con González para negociar con Centroamérica-, el nuevo embajador apreció los esfuerzos de Madrid, sin olvidar que Centroamérica es ante todo "un asunto americano". La audiencia ante el subcomité sirvió, sobre todo, para dejar claro que, al margen del triunfálismo de las visitas oficiales entre presidentes, continúa habiendo matices de considerable importancia en las relaciones entre España y Estados Unidos. Tanto en materia de referéndum, de entrada al Mercado Común, como de intercambios comerciales.