_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Renfe y sus usuarios

Ocupando el Talgo Barcelona-Madrid el día 10 de julio de 1983 tuve ocasión de presenciar, una vez más, el mal servicio que suele ofrecer Renfe a sus usuarios.Cuatro jóvenes de origen suizo intentaban entenderse con el jefe de tren, el cual iba revisando los billetes de todos los que allí nos encontrábamos. Al parecer, tenían problemas.

Decidí, pues, ante aquellos gritos de incomprensión, hacer uso de mis conocimientos de idiomas y prestar mi ayuda a la traducción.

El problema era el siguiente: los suizos, obligados a pagar un suplemento, no poseían moneda española (los bancos en domingo están cerrados) y ofrecían el pago en francos suizos. El jefe de tren no quiso aceptar, en un principio, divisa extranjera, por desconocer la moneda en cuestión.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tras varios minutos de discusión, conseguí hacer comprender al jefe de tren que dicha moneda era válida y presentarle una tabla del mercado de divisas, para que se efectuara el cambio correspondiente. Para él, no era válida esa tabla, fechada en enero de 1983, y a raíz de esto pregunto: ¿No tenía en cuenta el jefe de tren que la peseta desde enero de 1983 ha sufrido una devaluación bastante grande, en contraposición a la revaluación del franco suizo? Era claro: la ventaja del cambio era para el jefe de tren. ¿Tampoco se daba cuenta el empleado de Renfe que sus pocos conocimientos sobre divisa extranjera no le permitían anular la validez de dicha moneda?

Y tras un largo rato de discusión el jefe de tren consiguió por su propia cuenta adquirir un diario cualquiera, siendo de fecha atrasada, y accedió a que el suplemento fuese pagado en divisa extranjera.

Ahora bien, quisiera indicar un detalle bastante congruente por parte del jefe de tren: accedió, pero descontando por cada franco suizo la cantidad de cuatro pesetas, según la cantidad que ofrecía el diario, con lo cual el beneficio fue aún mayor.

Es una lástima que en Renfe no se trabaje como en los demás ferrocarriles europeos, aceptando" según un cambio justo y equitativo el pago en moneda extranjera.

Una vez más la impresión causada acrecentó la fama de este país, donde soborno y falta de disciplina están a la orden del día./

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_