Objetores de conciencia
Quiero hacer notar la paradoja que supone el que el Gobierno, por una parte, organice, con bombo y platillo, unas jornadas sobre pacifismo y ecologismo en Cabueñes, y por otra parte, de un modo casi sincrónico, saque un proyecto de ley contra los objetores de conciencia que, en algunos aspectos, supone incluso un retroceso con respecto al anteproyecto que en su día elaboró la UCD. Y, mientras tanto, accidentes y suicidios de reclutas con una frecuencia insólita, y miles de jóvenes esperando con auténtica ansiedad que el Gobierno se decida a hacerles elfavor de reducir el tiempo de permanencia en filas. ¿Qué hay que hacer para que se enteren de una puñetera vez que no queremos mili? El Movimiento de Objetores de Conciencia tampoco quiere un servicio civil (y mucho menos punitivo), cuya utilidad real para la sociedad, a poco que se analice el asunto, es más que dudosa (trabajadores gratuitos para el Estado), y que, en el fondo, sólo serviría para justificar de modo definitivo la existencia del servicio militar obligatorio. /
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.