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Entrevista:

"El PNV podría haber evitado los incidentes del pleno del ayuntamiento afirma el nuevo alcalde socialista de Irún

"Estoy aquí, convencido de que hay que plantar cara a todas las actitudes antidemocráticas y excluyentes". El socialista Alberto Buen Lacambra es alcalde de Irún y afirma tener un objetivo prioritario: hacer todo lo posible, dialogar cuanto sea necesario para tornar en serenidad la crispación, cerrar heridas y enterrar los fantasmas de la división y el enfrentamiento que se pasearon por el salón de plenos del ayuntamiento que preside el día de su elección.

Nació en Ardisa, en la provincia de Zaragoza, hace 41 años, y a los 13 se trasladó a San Sebastián con la intención de estudiar comercio, pero tuvo que empezar a trabajar poco después y hoy es tornero. Reconoce haber dormido mal muchas noches en los últimos 10 días y haberlo pasado muy mal en los momentos que precedieron al pleno del lunes. Sin embargo, su voz y su pulso eran firmes cuando llamaba a votar a los concejales e introducía las papeletas en la urna.Pregunta. ¿De quién es la responsabilidad de los incidentes del lunes en Irún?

Respuesta. De los que promovieron esos incidentes. Creo que una gran parte de la responsabilidad le corresponde al PNV, que, con su abandono del salón de plenos, propició lo que ocurrió luego. Si ellos no se hubieran marchado, seguramente las cosas no habrían ido tan lejos.

P. ¿Significa eso que el PNV es imprescindible, que sólo ese partido puede evitar este tipo de conflictos?

R. Desde luego que el PNV es imprescindible, pero de la misma manera que somos imprescindibles los socialistas.

P. ¿Cree usted que el clima de enfrentamiento se va a prolongar al trabajo cotidiano en este ayuntamiento?

R. Espero y deseo que no sea así, porque la relación de fuerzas existente hace imposible la gobernabilidad si no es con la colaboración de todo el mundo. Mi voluntad es superar este conflicto; dialogar con todas las fuerzas políticas, empezando por el PNV, y proceder a la distribución de comisiones y responsabilidades de manera proporcional al apoyo que cada cual tuvo en las urnas. El propio Etxepare, el anterior alcalde, estuvo de acuerdo conmigo en esto hace una semana durante una conversación que mantuvimos, y espero que no haya cambiado de opinión, por el bien de esta ciudad.

P. ¿Dónde estaban los 9.000 votantes del PSOE de Irún el día de su elección?, ¿por qué no acudieron a expresar su apoyo como otros expresaron su rechazo?

R. Supongo que estaban trabajando pacíficamente aquellos que tienen trabajo, y pienso que, en general, nuestra gente prefiere abstenerse de participar en ese tipo de enfrentamientos, cosa que considero muy acertada.

Raíces en Irún

P. Se ha argumentado contra usted una supuesta falta de raíces en Irún; se ha dicho que era un desconocido en la ciudad, que nunca ha participado de sus problemas ni de las inquietudes de la gente de aquí.R. Eché raíces en Irún cuando me casé, hace 15 años, porque mi mujer es de aquí y mis tres hijas han nacido aquí también. Desde entonces he participado en innumerables actividades: desde la comisión de fiestas de mi barrio de Anaka hasta la sociedad cultural que funciona allí, y que presidí durante dos años. Fui fundador de la asociación de padres de alumnos de la escuela pública en que estudian mis hijas y promotor de la asociación de vecinos, y he sido concejal desde 1979.

P. ¿Se considera usted vasco?

R. Soy vasco de acuerdo con la definición del Estatuto de Guernica, que reconoce esa condición a todo el que reside en cualquiera de los municipios de la comunidad autónoma. No soy vasco según la particular definición de los nacionalistas, que sólo consideran como tales a quienes han nacido aquí, tienen apellidos vascos y hablan euskera.

P. ¿Que sintió usted cuando le llamaban maketo, cuando le arrojaban huevos, cuando le arrebataron la urna?

R. Me sentí verdaderamente mal, pero tengo muy presente que esas 200 personas, muchas de las cuales no eran de Irún, no son en absoluto portadoras de la representatividad y de los sentimientos de la mayor parte de los 50.000 habitantes de esta ciudad. No me preocupa demasiado, y, en todo caso, pienso que fue un auténtico éxito haber conseguido terminar el pleno en sesión pública y sin la intervención de la policía.

P. Tiene usted miedo después de haber oído gritar: iETA, mátalo!

R. En absoluto. No creo que exista ningún riesgo de nada de eso; pero, en cualquier caso, yo estoy muy tranquilo con mi condición de trabajador y de persona que ha hecho cuanto ha podido por todo aquel que ha acudido a mí.

P. ¿El riesgo de que se configuren dos comunidades enfrentadas planea sobre Irún y sobre el País Vasco?

R. Yo no creo en las dos comunidades, aunque sí es cierto que hay síntomas que apuntan hacia eso y que se están desenterrando terminologías y actitudes que parecían haber desaparecido. Pero yo espero que las cosas no vayan más lejos, y todos debemos esforzamos por ello.

P. Se ha acusado de inmoralidad a los socialistas por haber recurrido un acuerdo del que ellos mismos participaron.

R. La propuesta de hacer la votación a mano alzada en el primer pleno salió de un representante del movimiento ciudadano, que en Irún tienen la facultad de intervenir en los plenos cuando lo desean. Todos dimos más o menos nuestro asentimiento, pero eso no es obstáculo para impugnar después algo que no creíamos correcto.

P. Los concejales nacionalistas han dicho que usted no está legitimado para ocupar este despacho.

R. Los concejales nacionalistas deberían acatar por igual las sentencias de los tribunales cuando les favorecen y cuando les perjudican. Ellos han presentado, y ganado, otros recursos, y todos hemos aceptado las sentencias aun allí donde iban en contra de nuestros intereses. Por otra parte, yo tengo la legitimidad que me dan los 9.000 votos que obtuvimos en las elecciones, 2.000 más, por cierto, de los que obtuvo el PNV.

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