La OCDE augura un período esperanzador de aquí a finales del año 1984 en su informe anual
El año y medio que falta antes de que termine 1984 será un período marcado por una tímida esperanza, económicamente hablando. Es lo que se deduce del Informe anual que, por estas fechas, publica la Organización de Cooperación y de Desarrollo Económico (OCDE), con sede en París, y que agrupa a los 25 países del mundo industrializado occidental; esto es, del mundo rico. La reactivación económica es segura en Estados Unidos. Todos los demás indicadores económicos varían sensiblemente según el país occidental del que se trate.
"Bajo el impulso de Estados Unidos, una reactivación de la demanda y de la producción en la zona de la OCDE parece ser que se ha puesto en marcha", afirma de entrada el estudio del organismo precitado. Esa reactivación es posible gracias al aumento de los ingresos en términos reales y a la distensión en el sector monetario.En los demás países de la OCDE, la reactivación sería más lenta, como consecuencia sobre todo de las políticas practicadas. Se cuenta, en el conjunto de la zona industrializada, con un aumento más o menos sensible de la actividad; pero el mercado del trabajo se debilitaría, salvo en Estados Unidos. En el conjunto de la OCDE, la tasa de paro respecto a la población activa sería del 10%. Este porcentaje equivale a 35 millones de parados en el momento actual. En Europa occidental se prevé que el desempleo continúe aumentando y que para finales de 1984 habrá dos millones más de parados. En Japón, en 1984, se calcula que el desempleo representará el 3%.
La inflación continúa disminuyendo como consecuencia de la baja de los precios del petróleo y de la moderación del aumento de los salarios. Para finales del año próximo su nivel podría ser el del 6%: un punto menos de lo que la OCDE habría previsto en una estimación anterior.
La demanda de la producción interior, según las proyecciones elaboradas por la OCDE, se acelerará hasta alcanzar una tasa anual que girará en torno al 3,5%. Dicho porcentaje pudiera aflojar levemente a lo largo de 1984. En Europa, la reactivación será ligera hasta 1984. El crecimiento de la producción no excedería del 2%. Dice el texto de la OCDE que el Reino Unido, Finlandia, España, Suecia y Turquía serían los países en los que será mayor el progreso de la demanda interna.
Malas perspectivas en Japón
Japón, país que ha sido utilizado como modelo durante todos estos años, en los que los países industrializados se han paseado por la cresta de la crisis económica, ofrece perspectivas bastante mediocres si se comparan las previsiones de la OCDE con las cifras que viene arrojando su dinamismo tradicional.Este año, su demanda interior se sitúa actualmente al nivel del 3% solamente: la presión fiscal y el recorte de los aumentos de salarios serían los causantes. La inversión de sus empresas, de todas las tallas, tampoco sería espectacular, ni mucho menos.
Todos estos signos positivos ni son definitivos ni se sabe nada de su resistencia en el momento actual. Como en Estados Unidos, en los más importantes países del mundo occidental se prevé un reinicio de la inversión productiva, un elemento determinante para garantizar el comienzo de la salida de la crisis.
La OCDE sólo espera "Ientos progresos" en el futuro inmediato de la economía española en la contención de la inflación, cuya tasa "puede sobrepasar el 12%, este año". El informe prevé que, a causa de la débil recuperación industrial, "el paro seguirá probablemente aumentando de forma progresiva".
El estudio cifra en un 18,5% la tasa de parados sobre el conjunto de la población activa española hacia la mitad de 1984, mientras que en la actualidad se sitúa en un 17%, con más de 2.138.000 personas.
Tras señalar como puntos negros de la economía española el aumento de los precios y el elevado porcentaje de parados, el análisis destaca como positiva la merma en los déficit, cuya reducción será progresiva en el futuro.
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