El magistrado Auger, contrario a la legislación antiterrorista

El magistrado Clemente Auger se manifestó ayer en Santander contrario a la puesta en vigor de leyes y medidas de excepción para contrarrestar el terrorismo en España, por considerar suficientemente explícito el texto constitucional que, en su opinión, permite la actuación del Estado contra el terrorismo pero con ciertas limitaciones que impidan el desvío hacia la quiebra del Estado de derecho.

Auger y Fernando Savater fueron los encargados, el primero de ellos como director del seminario, de iniciar las sesiones de éste que, bajo el título de Derechos individuales y razón de Estado, comenzó ayer en la Universidad Internacional Meléndez Pelayo.Para el magistrado Auger las sociedades occidentales viven en la actualidad un resurgimiento de la "razón de Estado" como supremo argumento en la política interior de esos países y que se concreta en un recorte de las libertades públicas. En su opinión, la confusión frecuente entre crítica a la "razón de Estado" y la crítica al Estado parte de posiciones de "divinización" de éste, concepción que consideró "peligrosa" para las libertades públicas. El conferenciante estimó que si bien en el Estado democrático no se plantea problema alguno para la legitimación de las leyes tanto en su elaboración como en su aprobación "el problema surge cuando se plantea su aplicación o ejecución".

Aunque Auger planteó la posibilidad de que ante situaciones excepcionales puedan hacerse necesarias medidas o legislaciones también excepcionales, señaló el peligro que ello puede suponer si de su ejecución se encargan poderes no democráticos que "mediante la interpretación excepcional de esa legalidad vacíen al estado democrático de su contenido".

En su criterio, el terrorismo y el ilegalismo, como formas de atentar contra el Estado no destruyen éste, sino que "lo refuerzan, al tiempo que debilitan la democracia". Las respuestas legales a estos hechos no son, en su opinión, las que pasan por las leyes de excepción aprobadas por el Parlamento -real decreto de Seguridad ciudadana, legislación antiterrorista y ley de Defensa de la Democracia- lamentando que el Tribunal Constitucional, al no haber sido presentados los correspondientes recursos, no habían podido pronunciarse en torno a su inconstitucionalidad.

La evolución desde una policía que fundamentalmente fue una especie de brazo auxiliar de los tribunales y magistrados a la situación actual, en la que ha "ido adquiriendo mayor independencia, cumpliendo en ocasiones funciones de juez", en palabras de Fernando Savater, fue el tema escogido por éste para su conferencia. El filósofo y escritor se manifestó rotundamente favorable a que la función policial "sea la que fue y la que debería ser". Esa nueva situación es posible, a juicio de Savater, por la tendencia creciente de la sociedad al autoritarismo, porque "vivimos en una democracia asustada".

En ese marco se inscribe, en opinión del conferenciante, la actitud de la policía que quiere cada vez más medios de control, "pero que al mismo tiempo su actuación sea cada vez más incontrolada". Para Savater, la democracia debe ser profundamente transparente, revisable su actuación por la ciudadanía e integrada en la población, no criminógena, y más preventiva que represiva. Medidas todas ellas que, a su juicio, deberán pasar en España por la extinción de los residuos fascistas en los cuerpos de policía y "por la desmilitarización porque su estructura no se corresponde con la España de hoy, de la Guardia Civil".