Salvar el encaje
La presencia de los socialistas en el poder, tanto a nivel nacional como a nivel municipal, alimentó en muchos la esperanza de que se cumplirían no sólo las grandes promesas políticas, sino también algunos viejos sueños. Uno de ellos es, para nosotros, la revitalización de la artesanía en todas sus vertientes, especialmente en las populares. Ésa es, en teoría, la función de la Escuela Madrileña de Cerámica de la Moncloa, dependiente del Ayuntamiento.En este centro, entre otras materias, se dedica una clase al estudio y enseñanza del encaje y sus diferentes técnicas, en sus vertientes tanto popular como clásica. Desde que se fundó el centro en 1919, la alta calidad de esta enseñanza, impartida por tres generaciones -madre, hija y nieta- de encajeras de la Casa Real, fue proverbial. Las alumnas que acudimos con interés al presente curso, para conocer las viejas técnicas del encaje y desentrañar sus misterios, nos encontramos, en cambio, con que la persona que ha cubierto la vacante mediante oposición -una oposición para ella sola, por cierto-, ejecuta su trabajo de una manera rutinaria y sin el menor entusiasmo. De las alumnas que nos matriculamos, ya sólo quedamos 11, siete de las cuales firmamos esta carta.
Aunque sabemos que éste es un problema pequeño en relación con otros que tiene la Administración socialista, pedimos a quien corresponda, sea el concejal de Cultura del Ayuntamiento u otro cargo, que no deje morir, sin pena ni gloria, esta bonita faceta de la artesanía española./
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