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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El nuevo arresto del capitán Pitarch

El capitán José Luis Pitarch, premio Libertad de Expresión 1982, está arrestado de nuevo. Se diría que su cabeza sirve para compensar (penalti en la otra portería) cuando sancionan a militares progolpistas. Esto parece que ha ocurrido varias veces. Por ejemplo, en 1978, cuando Milans del Bosch le arrestó y expulsó de Valencia la misma semana que sancionaban y expulsaban de Ceuta a los oficiales que habían agasajado en un cuartel a Blas Piñar. Por ejemplo, en 1980, cuando fue enviado a Alcalá de Henares, el mismo día que el general Torres Rojas era semidesterrado a La Coruña, perdiendo el mando de la División Acorazada, y al capitán Tormo le abrían expediente por difundir en Melilla noticias progolpistas.Esta vez también su arresto causa escalofríos democráticos y éticos demasiado grandes. El actual jefe de la División Acorazada, en uniforme de campaña y junto a un tanque, dijo a EL PAIS el 30 de abril, entre otras cosas, que las FF AA se reservan el derecho a intervenir contra determinadas actuaciones legales del Gobierno constitucional. El ministerio fiscal y las autoridades militares superiores se llamaron andanas. Pitarch, mesuradamente, escribió cuestionando estas declaraciones del general Pedrosa. Al general no le ha pasado nada. A Pitarch le ha arrestado el JEME Ascanio Togores, por réplicas desatentas a un superior. Vamos, como si la Prensa diaria fuera la orden del día cuartelera, donde los generales pueden opinar lo que quieran -incluso rozando el terreno delictivo- sin que se les pueda contestar, so pena de prisión.

El arresto a Pitarch ha burlado la Constitución y las ordenanzas militares (artículos 169, 178, etcétera) en demasiados puntos. Se ha usado el paquete directo y cuartelero -que es para corregir en seguida, por el bien de la disciplina, sin las garantías de un expediente para sancionarle ¡después de mes y medio! En este tiempo ¡no fue oído!, no le preguntaron siquiera si el texto publicado coincidía con el que él escribió. Por este camino, pronto irá varios meses a prisión, como en 1980, por acumulación de faltas leves. Puede recurrir al ministro, pero ya tiene un recurso desde hace tres años que no le han contestado ni Sahagún, ni Oliart, ni Serra. /

Mujer de José Luis Pitarch.

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