Discrepancias y cambio de ponente en la sentencia del asalto al San Bao

Viene de la página primera

Pocos minutos antes de que el presidente del Tribunal que enjuiciaba el caso San Bao diera la voz de "visto para sentencia", una veintena de policías nacionales se situó estratégicamente en la sala y al momento, cuando ordenó a los procesados que permanecieran en el banquillo de los acusados hasta que el tribunal deliberara sobre la petición de la acusación particular de ingreso en prisión o si mantenían la libertad provisional, los policías impidieron que el público, compuesto en su mayoría por familiares y amigos de los procesados se acercaran a los mismos y obligaron a los asistentes adesalojar la sala.

Recomendaciones inmediatas de huida

La deliberación del Tribunal duró unos diez minutos, durante los cuales los abogados defensores afirmaron que aquello había sido una encerrona y que recurrirían en el caso de una decisión contraria a los intereses de sus defendidos.

El tribunal acordó el mantenimiento de la libertad provisional y varios procesados, entre ellos Juan Domingo Martínez Lorenzo, alias Perón, y Fernández de Landa, salieron corriendo de la sala, abrazándose entre sí. Ya en la calle, varias personas del casi centenar que les estaba esperando les aconsejeron que se marcharan y no fueran a dormir a sus domicilios.

Esto ocurrió con Martínez Lorenzo, Fernandez de Landa y Hurtado para quienes las peticiones del fiscal, catorce, cinco y ocho años, respectivamente, eran más elevadas que para la generalidad, pero Minteguiaga, que estaba incluido en el grupo general, excluidos los menores de edad y para los que el fiscal pedía tres años de prisión por desórdenes públicos, no siguió esta recomendación.

Tras la deliberación de la sentencia por parte del tribunal, y antes de que ésta fuera mecanografiada, firmada y notificada, los magistrados ordenaron el ingreso en prisión de los cuatro acusados citados, debido sin duda a que la tesis mayoritaria del tribunal era fuertemente condenatoria para los mismos. La orden de detención se dio a altas horas de la noche y policías del grupo de investigación de la audiencia nacional realizaron la operación de madrugada. únicamente fue detenido Minteguiaga, que se encontraba en el domicilio familiar.

Imprevisión

Cristina Almeida, letrada de la acusación particular, declaró a Radio El País, en torno a la desaparición de los tres procesados que "desgraciadamente se han ido otras tres personas de las más implicadas en este asunto y no sólo esto, sino que hay que unirlo a los dos que ya estaban en rebeldía desde el principio y que son las dos personas que llevaban las armas -uno de ellos una escopeta de cañones recortados-; además uno está acusado de la muerte de Arturo Pajuelo, es decir que se trata de personas peligrosas".

Los más implicados

"El hecho de que ahora se vayan otros tres implicados", añadió Almeida, " significa que están en libertad las personas relacionadas con los hechos más graves".

"A nosotros" prosiguió la abogada," después de la tensión de los dias de juicio, el que ahora, cuando se va a llegar a un resultado concreto, la gente pueda huir, nos parece una imprevisión de la Sala que se retiró a deliberar al terminar la vista y tenía que haber acordado que las tres o cuatro personas para las que el fiscal solicitaba mayor pena ingresasen en prisión. Los habían reconocido los testigos y su resposabilidad parecía clara".

Almeida concluyó que "al no acordarlo así la Sala, en aquel momento, y decretar la prisión dos días después, ha significado que esta gente estuviera sobreaviso y hayan pensado que, por si acaso, se quitaban de enmedio. Lo cierto es que se ha facilitado el que hayan podido huir".