'Cumbre' en La Granja

La Vanguardia "No hay que esperar resultados concretos, pero sí positivos", ha dicho sobre la cumbre ministerial hispano-francesa de La Granja, en este fin de semana, el nuevo embajador español en París, Joan Reventós. Es, al parecer, lo de siempre: cuando se negocia con los franceses, sea cual sea su color político, raramente se llega a conclusiones concretas. Y cuando se alcanza algún acuerdo, a menudo los hechos -desde camiones volcados a terroristas ampliamente tolerados- lo desmienten.Hay que reconocer, sin embargo, que en España se está realizando un gran esfuerzo para conseguir de Francia negociaciones serias y con resultados sobre todos los grandes temas pendientes, y la presencia de tantos ministros franceses en La Granja es una muestra. Éste es un camino mucho más realísta que el del ataque sistemático a las conocidas posturas francesas. Ni la ruptura del diálogo ni la subordinación son las vías para resolver asuntos que llevan decenios de incomprensiones y cerrazones por parte de Francia. En este sentido, el reciente encuentro Felipe González-Pierre Mauroy, los regulares contactos entre, los Ministerios del Interior, la colaboración policial entre ambos países, como ahora el encuentro de La Granja sobre cuestiones económicas-sociales-culturales, representan un esfuerzo notable".

Los gobernantes franceses deberían tomar buena nota, superando su egoísmo nacional, del escepticismo con que la población española acoge todo tipo de negociación. Con mucha razón, porque los resultados concretos tardan en verse. Que tome también buena nota el nuevo embajador francés en Madrid, a quien tanto gustan las declaraciones altisonantes, y que ha llegado incluso a calificar de retrógrado a todo español que no ama a Francia por su tradición de libertades. ( ... )

( ... ) Para algunos, Francia puede que esté preparando: decidir,bajo su presidencia en la CEE, en el primer semestre del año que víene, el ingreso español. Así aparecería que España entra de la mano de Francia en la CEE.

En La Granja y en lo que seguirá, España debe saber, jugar sus bazas. La más importante, que la balanza comercial con Francia es deficitaria para este país en 70.000 millones de pesetas.

Y es precisamente el comercio exterior, con una deuda exterior que supera en Francia los cinco billones de pesetas, el punto débil del actual Gobierno francés.

3 de julio