El comité ejecutivo de la OLP ratifica a Arafat como presidente de la organización y crea una comisión mediadora con Damasco

Yasir Arafat continuará al frente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), según lo decidido en Túnez por el comité ejecutivo dela organización, en ausencia de los representantes de las alas prosiria y prosiria y prolibia. En esta cumbre palestina se ha decidido crear una comisión especial de mediación, presidida por el dirigente palestino Jaled el Fahum, destinada a normalizar las relaciones sirio-palestinas. El comunicado final de la reunión invita a los disidentes palestinos del valle libanés de la Bekaa a poner fin a la efusión de sangre "en el plazo más breve". Ayer se mantenía el frágil alto, el fuego acordado el jueves por las distintas facciones palestinas.

Con las excepciones señaladas (el Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General, de Ahmed Jibril, prolibio, y la Saika, prosiria), Arafat ha obtenido la confianza de los demás grupos palestinos. Tal decisión responde, en sus líneas generales, a la voluntad de la mayoría de las capitales árabes que preconizan la moderación, así como a la del grueso del movimiento palestino, que no quiere cortar traumáticamente sus relaciones con el régimen sirio, aunque tampoco desea depender del mismo.El comité ejecutivo no ha decidido adoptar sanción alguna contra los disidentes del valle de la Bekaa, dirigidos por el coronel Abu Musa, y se ha limitado a dejar en manos de la comisión mediadora, que ayer mismo se trasladó a Damasco, la labor de tomar contacto con éstos para hacerles comprender, según los términos del comunicado final, que "el deber nacional debe prevalecer sobre toda diferencia de carácter coyuntural y que el compromiso de principio en la unidad de las fuerzas militantes se sitúa por encima de toda otra consideración".

La comisión mediadora creada ayer estará formada por independientes palestinos, el responsable de las relaciones exteriores de la OLP, Faruk Kadumi, y los secretarios generales del Frente Popular para la Liberación de Palestina, Georges Habache, y del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, Nayef Hawameth.

Los medios diplomáticos árabes de la capital tunecina estiman que, a pesar de las dificultades que presenta la empresa de reconciliar a Asad con Arafat, el presidente sirio está incapacitado para imponer un candidato personal al frente de la OLP y tendrá que aceptar un modus vivendi con los actuales dirigentes de la organización. Por su parte, Arafat y sus seguidores tendrán que hacerse a la idea de que tras la salida de Líbano de los combatientes palestinos, las relaciones entre la OLP y Síria no pueden ser del mismo tenor que las existentes con los demás países árabes.

Este tipo de compromiso, difícil de plasmar en la realidad, será objeto de la misión del comité especial, al que incumbe también allanar diferencias con el grupo de coroneles disidentes instalados en el valle de la Bekaa.

Sobre el terreno libanés, ayer continuaba el precario alto el fuego establecido entre partidarios y disidentes de Arafat en la noche del jueves. Fuentes de ambos bandos manifestaban desconocer la naturaleza exacta del alto el fuego y no estar en condiciones de comentar su viabilidad. Una fuente partidaria de Arafat aseguró que a lo largo de la jornada no se había desalojado ninguna posición militar y que ambas partes permanecían "con el dedo en el gatillo". El acuerdo pactado a última hora del jueves, a instancias de organizaciones izquierdistas libanesas, prevé que "todas las partes que han participado en acciones armadas se vuelvan a sus bases de partida", que las barricadas y trincheras sean desmanteladas y que "se ponga fin a los preparativos militares". El acuerdo, con una vigencia de 12 doce horas, no especifica el momento de su entrada en vigor.