La aduana interior de Burgos, preparada para entrar en funcionamiento

La aduana interior de Burgos entrará por fin en funcionamiento tras ser inaugurada el pasado miércoles por el director general de Aduanas, Miguel Sánchez Alberti. Este complejo aduanero, que ocupa una extensión de 138.000 metros cuadrados, se encuentra situado al pie de la Nacional I, en el barrio de Villafría y en él se podrán realizar con comodidad y prontitud todas las funciones aduaneras que el transporte internacional de mercancías realiza normalmente en las fronteras.

A la salida de Burgos, a unos siete kilómetros de la capital en dirección a Irún, los carteles y banderas instalados junto a la carretera indican que el automovilista se encuentra próximo a la estación aduanera de Burgos.Pese a que a menudo se suele identificar la aduana con la frontera, son ya muchos los países que cuentan con aduanas interiores que agilizan la gestión burocrática al transportista y evitan la concentración de vehículos pesados en las zonas fronterizas. En este sentido se ha montado la aduana interior de Burgos, que, si bien no es la única que funciona en el país, sí es posiblemente la más completa, ya que paralelamente se ha creado una sociedad de servicios dentro de la aduana, Seabsa, que pone a merced del transportista toda una serie de comodidades como hotel, restaurante, aparcamiento, oficinas de cambio de moneda, seguros, bancos, empresas de transporte y otros servicios ventajosos.

Así funciona la aduana

El transportista nacional o extranjero que cruza las fronteras españolas con su mercancía tiene la posibilidad de realizar toda la gestión aduanera: control fiscal, revisión de carga, certificación de control de calidad, etcétera, en la aduana de la propia frontera, o continuar y hacer estos trámites en una aduana interior, donde, concretamente en la de Burgos, todo está centralizado. El contar en la propia aduana con oficinas de agentes que preparan toda la documentación necesaria para la legalización de la mercancía evita al transportista una gran pérdida de tiempo que se suele producir en la frontera, donde estos servicios no suelen estar localizados.Según Fernando Alonso, jefe en Burgos de la terminal de Aldeasa -empresa nacional encargada de la gestión, explotación y administración de aduanas-, ésta de Burgos va a beneficiar primordialmente a los comerciantes de Castilla y León. "Hasta ahora, el comerciante de esta zona que tenía que hacer importación o exportación de mercancías las llevaba hasta la frontera y allí encargaba a los agentes de aduanas que la documentasen. Esto suponía para el comerciante de Castilla y León varios inconvenientes, como mayores costos, pérdida de tiempo, y, a menudo, la necesidad de desplazar a la frontera a su responsable de producción para, a la hora del control fiscal, explicar a los funcionarios aduaneros las características de sus productos".

Otra ventaja que presenta la aduana de Burgos es el contar con un depósito franco de mercancías. Este servicio permite al comerciante dejar en depósito sus productos, aplazando el pago de los derechos arancelarios, que irá abonando en el momento en que decida su importación o exportación. Estos depósitos sirven asimismo como base de lanzamiento de productos industriales o comerciales, ya que permiten, en una situación comercial ventajosa, situarlos en un momento determinado en cualquier parte del mundo, o bien retirar las mercancías extranjeras depositadas a medida de las necesidades del importador.

Una inversión Importante

En la creación de este complejo aduanero han intervenido dos sociedades: la anteriormente citada Aldeasa, empresa nacional que administra el recinto aduanero, y Seabsa, una sociedad de servicios complementarios en la que participan cajas de ahorro burgalesas, Ayuntamiento, Diputación, Cámara de Comercio y la propia Aldeasa. El importe total de la inversión es de 450 millones de pesetas.En sus aspectos administrativos concluyen en la estación aduanera varios organismos: el propio de la aduana, cuerpo que pertenece al Ministerio de Hacienda y está encargado del control fiscal de las mercancías importadas o exportadas, así como de expedir las correspondientes certificaciones para el ajuste de su valor en el mercado y las certificaciones para la desgravación fiscal en la exportación; un puesto de la Guardia Civil, y otros dos organismos estatales, el Soivre, encargado de la vigilancia y control de la calidad de las exportaciones, y el Fito, de cuyos funcionarios depende el análisis fitosanitario de las mercancías que entran en el país.

El hecho de crearse paralelamente Seabsa, que ofrece al transportista una serie de servicios como hoteles, oficina bancaria, aparcamientos vigilados, servicio postal, telefónico y télex..., se debe, según Marcos Alfayate, gerente de la compañía, a razones de tipo estratégico , comerciales y de servicio, y a motivaciones de tipo ambiental.