Por una 'ley de consorte'
La ley de divorcio, la que legaliza la droga o la ley del aborto se han aprobado porque queremos una mayor libertad y porque queremos que exista una mayor y más agradable sociabilidad, pero sobre todo, para repartir equitativamente la justicia entre todos los ciudadanos. En nombre de esa libertad, de esa sociabilidad y de esa justicia, aprobemos una nueva ley: la ley de consorte para profesores de BUP.Ocurre que, mientras estamos legalizando la droga para que no existan trabas ni prohibiciones para algún sector de la sociedad, existen trabas y prohibiciones para otro sector de esa misma sociedad. Ocurre que, mientras aprobamos la ley del divorcio con la excusa de facilitar la convivencia a las parejas que lo soliciten, no somos capaces de aprobar una ley para unir familias y que facilite la convivencia a otras tantas parejas que así lo soliciten. Ocurre, por fin, que, mientras legalizamos el aborto con la muy loable buene idea de repartir la justicia por igual entre hombre y mujer, estamos discriminando a una buena parte de esas mujeres y de esos hombres que no pueden vivir con sus familias porque para ellos no existe ley que las ampare.
Entonces, ¿de qué libertad yjusticia hablamos? Porque se da la curiosa circunstancia de que los matrimonios formados por profesores de bachillerato no pueden solicitar traslado a otras provincias porque no les ampara ninguna ley para ir juntos y, por tanto, al solicitar el traslado, quedan separados, con las consecuencias que esto trae para toda la familia.
Desde las páginas de este periódico pido a las autoridades competentes que consideren este problema, con la esperanza de que darán con una solución sabia y justa. /
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