Entre el vicio y la necesidad
El placer de viajar aumenta cuando está bien planificado
Por placer, por costumbre o por necesidad, el verano se ha convertido en un pretexto para viajar. Lo que aquí descubrirá el lector es una guía para adictos y una incitación para despistados. Desde Asia a Centroamérica, desde el perfecto viaje organizado a la ruta más recóndita e improbable.
El verano es la época de los viajes por excelencia, y sus vísperas, la hora de los preparativos, los planes, las últimas vacilaciones y la forzosa decisión. Para todos aquellos que tengan el vicio y la necesidad de viajar van dirigidas estas indicaciones.Lo primero de todo, un consejo general: en estos momentos en que el viaje se ha convertido en una verdadera y fortísima industria, el planteamiento de un viaje largo por cuenta propia, esto es, comprando directamente el billete a la compañía aérea y reservando también directamente los hoteles, se ha convertido en un privilegio exclusivo de las carteras bien repletas. Queda, sí, la posibilidad de combinar el autoestop con los transportes baratos y los alojamientos económicos, pero, sin duda, eso requiere un tiempo por delante y una falta de fechas fijas en el regreso con las que la mayoría no cuenta. Sin embargo, todavía son muchos los viajeros que miran con un cierto desprecio a los llamados viajes organizados.
¿Qué son los viajes organizados?
Para entrar en materia habrá que explicar algunas de las palabras clave de la jerga de eso que se ha llamado sector turístico. En primer lugar, está el tour operator o mayorista: es el que fabrica los viajes, la empresa básica de la industria turística. Ellos son los que negocian los precios con las compañías aéreas y los hoteleros, consiguiendo, al comprar al por mayor, unos descuentos considerables. De este modo presentan al mercado el llamado paquete turístico (que suele consistir en el transporte, el alojamiento y las comidas que se quieran), paquete que, a su vez, venden las agencial de viajes. Las agencias de viajes son, pues tiendas al por menor, donde se vende todo lo relacionado con el mundo del turismo: desde billetes sueltos de trenes, autobuses o aviones, al mismo precio que la compañías aéreas, reservas de hoteles o paquetes completos. Al comprador le será, pues, mucho más barato contratar un viaje ya programado porque de este modo se beneficia de los descuentos que ha conseguido el mayorista, a los que él por su cuenta nunca habría tenido acceso.
Habrá que señalar, además que no es obligatorio contratar todos los servicios que ofrecen los mayoristas. Así, se puede comprar un viaje con el trans porte y el alojamiento, y una vez en el lugar de destino, moverse por cuenta propia. Normalmente los programas ofrecen un amplio abanico de posibilidades, y el futuro viajero deberá estudiar cuál conviene más a sus planes.
Por último, recordar que, si bien los mayoristas no pueden vender directamente sus productos (este es el caso de Club de Vacaciones, Mundicolor o tantos otros), algunos de ellos son, al mismo tiempo, minorista o agencia de viajes (el mayorista Politours, por ejemplo, y la agencia Politur), que vende además los productos de otros tour operators.
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