El Instituto Nacional de Empleo destinará 74.000 millones a programas de fomento de empleo
Más de 74.000 millones de pesetas destinará en 1983 el Instituto Nacional de Empleo (Inem) a programas de fomento de empleo, frente a los 48.129 millones presupuestados el pasado año, según datos del citado instituto. Durante el pasado ejercicio el número de trabajadores empleados a través de alguna de las modalidades de los programas de fomento de empleo fue en 1982 de 444.552, cifra que responsables del Ministerio de Trabajo consideran todavía muy baja.
De los 74.117 millones de pesetas que el Inem destinará a los programas de fomento de empleo, el montante mayor tiene como destino el empleo comunitario, al que se dedicarán 36.000 millones de pesetas, frente a los 24.256 millones con que se cerró 1982. La financiación de cuotas empresariales a la Seguridad Social por contratación de trabajadores en paro se eleva en 1983 a 19.200 millones pesetas -5.200 millones más que en el pasado año-, a los que hay que sumar otros 150 millones de pesetas presupuestados para financiar las bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social de los contratos de trabajadores minusválidos.Cerca de 7.000 millones de pesetas se destinan a subvencionar puestos fijos de trabajo y 4.300 millones de pesetas a financiar actividades realizadas por trabajadores desempleados. El presupuesto para fomento de empleo contempla otras partidas para financiar convenios con comunidades autónomas, corporaciones locales o universidades.
De las 444.552 contrataciones efectuadas al amparo de alguno de los programas de fomento de empleo ' durante el pasado año, 253.183 lo fueron para trabajos temporales, y otra parte importante, 105.655 pertenecían al grupo de trabajadores que han agotado las prestaciones por desempleo o tienen responsabilidades familiares. En el primero de los grupos fueron contratados 93.528 trabajadores, y 11.380 figuraban en sus correspondientes oficinas de empleo en la categoría de "con responsabilidades familiares".
El resto de las modalidades prácticamente no ha sido utilizado por los empresarios. Dentro del programa de determinados colectivos fueron contratados 747 minusválidos, a pesar de las bonificaciones establecidas en estos casos, y que para este año han quedado fijadas en 300.000 pesetas por puesto de trabajo, más una subvención de 150.000 pesetas con destino a su adaptación.
Por tiempo parcial se suscribieron 27.749 contratos, y 28.434 en prácticas y para la formación. Como consecuencia de los convenios de carácter territorial fueron contratados 7.423 trabajadores, y 2.605 participaron en obras de colaboración social, siendo empleados como consecuencia de la firma de los diversos convenios 19.543 trabajadores.
La provincia que más utilizó alguna de las modalidades de fomento de empleo fue Madrid, donde se realizaron 66.461 contrataciones, de las que más de 44.000 eran de carácter temporal. En Barcelona, los trabajadores que encontraron trabajo por esta vía fueron 61.135, mayoritariamente de forma temporal. En Valencia se suscribieron 27.785 contratos y en Baleares 19.270.
A la vista de los resultados, los responsables del Inem se han planteado la necesidad de potenciar la creación de puestos de trabajo estables, incrementando los fondos destinados a este objetivo, que, según estas fuentes se han visto aumentados en un 362%, pasando de los 1.500 millones de 1982 a los 6.935 millones presupuestados para 1983.
La creación de un puesto de trabajo con carácter fijo está primado con una subvención a fondo perdido de 300.000 pesetas, más una bonificación del 50% en la cuota empresarial a la Seguridad Social. A pesar de todo, ésta ha sido una modalidad escasamente utilizada.
Contratos a tiempo parcial
Otra de las modalidades que el Inem tiene previsto potenciar es la contratación a tiempo parcial y ello también con carácter indefinido. Este tipo de contratos, habitual en el resto de Europa, cuenta en España con una escasa demanda. De acuerdo con las cifras ya citadas, en 1982 se suscribieron 27.749 contratos, hecho que fuentes de la Administración basan en el desconocimiento existente por parte de las empresas de esta modalidad.La contratación temporal como fórmula para crear empleo está siendo cuestionada dentro del propio Ministerio de Trabajo. Para determinados sectores, aunque reconocen que es un método válido en situaciones de crisis, confían muy poco en que la misma sea capaz de generar empleo. De hecho, el escaso interés que los empresarios demuestran por las modalidades que suponen la fijeza en el puesto de trabajo, avalan para los citados sectores las tesis de que los programas de empleo están sirviendo para hacer rotar el escaso empleo existente.
Los empresarios, según estas fuentes, prefieren la temporalidad a la contratación fija, a pesar de las subvenciones que puedan establecerse. La patronal ha insistido en distintas ocasiones en la necesidad de liberalizar el mercado de trabajo, rebajando sustancialmente las indemnizaciones por despido.
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