Preocupante debilidad del mercado

Preocupante es el calificativo que coincidían en aplicar varios especialistas a los comportamientos que los mercados nacionales de valores registraron a lo largo de la pasada semana. La resistencia que habían venido manifestando las Bolsas a aceptar recortes de consideración en los precios de sus acciones más significativas se vio quebrada como consecuencia de la profunda inhibición de que hicieron gala los compradores potenciales. Por su parte, los volúmenes de títulos puestos a la venta, sin llegar a alcanzar cifras extraordinarias, resultaron ampliamente superiores a los débiles tanteos que iniciaban los tornadores. Posiblemente, la constatación de que la situación internacional va a continuar, al menos durante las próximas semanas, en términos similares a los actuales esté en el. trasfondo de la debilidad de la demanda.El grupo eléctrico, las constructoras y cementeras y la propia Telefónica sufrieron en sus propias acciones los efectos de este fenómeno combinado. Sus valores se replegaron con alguna brusquedad dejando un mal sabor de boca entre los asistentes habituales al minicirco bursátil que vieron cómo uno de los más firmes principios con los que contaban, el aparente stop a la baja de algunos valores importantes, resultaba bastante, menos firme de lo que aventuraban algunas previsiones marcadas por el optimismo.

Asland y CEPSA protagonizaron las actuaciones más desafortunadas de la semana, no tanto por las pérdidas que habían registrado, con ser estas importantes, como por la aparente ausencia de fondo en su caída. Telefónica, que también hubo de admitir un repliegue táctico ante el volumen de papel que se le generó tras tocar la cota del 90%, sigue contando, no obstante, con la confianza de un selecto grupo de inversores que consideran lógicos estos escalones tras las importantes diferencias positivas que lleva acumulado este valor.

Entre los valores que mostraron signos positivos en sus comportamientos, Eléctricas Reunidas de Zaragoza destacó, en primer término, por la firmeza de que se está dotando al precio de sus acciones, y, en segundo lugar, por la elevada cifra de sus derechos de suscripción que se contrataron en la jornada de cierre de su ampliación de capital.

Más de medio millón de cupones en el mercado madrileño son muchos, sobre todo si se tiene en cuenta que en las fechas inmediatamente anteriores las cifras que se habían negociado tan sólo superaron discretamente la centena de millar. Claro que, a lo mejor, las paredes de Daroga saben algo de este curioso fenómeno, como en su día en rigurosa exclusiva, y, por poner otro ejemplo, algunos de los aspectos mas anecdóticos de la revisión del convenio de la banca privada.