Expectación y pocas novedades
La pasada semana fue la de la calma bursátil, con un protagonista concreto, en el que se constituyó la abstención de los vendedores, y algunas actuaciones brillantes y aisladas, que correspondieron a Eléctricas Reunidas de Zaragoza y Telefónica. Los valores bancarios y el conjunto del sector eléctrico mantuvieron unas actitudes escasamente beligerantes, y, en general, se daban por satisfechos con haber cerrado la semana con un balance equilibrado, en el que se incrustaban algunas evoluciones particulares positivas.Forzoso es reconocer, y así se hacía en diversos círculos integrados preferentemente por especialistas cualificados, que los mercados nacionales de valores bastante están haciendo con resistir el chaparrón que generan los altos tipos de interés que se están practicando en el interbancario, sin ceder sustancialmente posiciones.
Las razones de esta solidez bursátil difieren según los testimonios, pero, en general, coinciden en señalar dos; aspectos: por una parte, el estoicismo del sector bancario, que con su prudente política evita que las plusvalías puedan dar lugar a procesos vendedores más o menos amplios, y la expectación en torno a las posibilidades de algunos valores concretos, como eran los ya citados Telefónica y Reunidas, a los que se sumaban otros como Asland o Campsa.
Las razones para los brillantes comportamientos de estas acciones son distintos, aunque, en general, se apoyan en unas expectativas, de difícil precisión, pero sobre las que están actuando con decisión diversos inversores intitucionales, a cuyo amparo cursa sus órdenes compradoras un selecto ramillete de los más conocidos operadores a corto plazo. Entre todos ellos consiguen generar unos ambientes bastante más positivo de lo que un frío análisis objetivo daría lugar a estimar.
Para las próximas semanas no existen unas previsiones uniformes. Prácticamente todos los criterios parecen coincidir en la convicción de que no resultan previsibles avalanchas vendedoras en un futuro inmediato. De cumplirse este vaticinio, daría lugar a que se estableciesen lanas condiciones similares a las de las reuniones de los últimos días, donde la últim. palabra la tienen los compradores que, con unos pocos títulos, son capaces de hacer evolucionar positivamente los precios de las acciones más diversas. Pero, a la vez, tiene la contrapartida de que tampoco se espera una ebullición compradora importante.
En cualquier caso, los valores estrellas y los resultados definitivos de los rumores tienen una parte de protagonismo ya atribuido con anterioridad al propio desarrollo de las reuniones. Junto a ellos, la decisión de las sociedades con juntas de accionistas próximas a celebrarse, entre las que se encuentran las de los propios bancos, tienen atribuida otra parte de responsabilidad sobre la evolución del mercado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.