115 muertos en el incendio de un barco en una zona del Nilo infestada de cocodrilos

Ciento quince muertos y 180 desaparecidos es el último balance provisional publicado ayer sobre el incendio y posterior naufragio de un barco con más de 600 personas bordo que cubría en el río la línea entre Asuán (en el alto Egipto) y Uadi-Halfa (Sudán). Para escapar de las llamas, muchos de los pasajeros se lanzaron al agua en una zona infestada de cocodrilos.

La búsqueda de los desaparecidos continuaba a últimas horas de ayer, ya que la corriente pudo arrastrar a las personas que se lanzaron al agua. Las esperanzas de encontrar supervivientes, disminuye a medida que pasan las horas.

Según el testimonio de las más de 300 personas que pudieron salvar su vida, el incendio se originó en la bodega donde estaba almacenado el combustible. El desastre se produjo mientras los pasajeros dormían, y las escenas de pánico y las explosiones de las bombonas de butano almacenadas acentuaron la magnitud de la tragedia.

El barco se transformó en pocos minutos en una bola de fuego. Según el periódico cáirota Al AJbar, la mayor mortandad se produjo entre las mujeres y los niños. Uno de los supervivientes relató al mencionado diario que cuando le despertaron los gritos de pánico se lanzó al agua sin saber nadar. "No sé cómo logré alcanzar la orilla", manifestó.

El accidente del barco Diez de Ramadán se produjo a la altura de Abú Simbel, donde, los equipos de salvamento prosiguen la búsqueda de supervivientes.