Las declaraciones de 'Erik el Belga' facilitan la recuperación de obras de arte en varios puntos de España
La valiosísima arqueta gótica de san Martirián, que contenía los restos del santo, robada en el monasterio de Sant Esteve de Banyoles (Gerona) en 1980, ha sido devuelta a la Embajada española en París. La entrega de la reliquia se realizó de manera anónima, después de que René Alphonse van den Berghe, Erik el belga que se encuentra detenido bajo la acusación de expoliar el patrimonio artístico nacional, hiciera una serie de gestiones para recuperar la obra desaparecida. El detenido asegura que, en los próximos meses, continuarán recuperándose otras importantes obras desaparecidas.
René Alphonse van den Berghe, que se encuentra en prisión desde hace 15 meses acusado de expoliar el patrimonio artístico nacional español, compareció el pasado lunes ante el juzgado de guardia de Barcelona para prestar voluntariamente declaración e informar sobre el paradero de determinados objetos de, arte robados en los últimos años. La confesión de René Alphonse van den Berge, más conocido como Erik el belga, se realizó de manera voluntaria y ante uno de sus letrados defensores, el penalista Sebastián Martínez Ramos. A lo largo de cinco folios, y de manera muy detallada, Erik el belga facilitó a la policía una serie de datos que han sido calificados de importantes para poder recuperar el patrimonio artístico. La declaración del súbdito belga detenido acaba con una petición dirigida al Ministerio de Justicia en la que reclama su libertad provisional para poder colaborar con mayor eficacia en la labor de recuperación del patrimonio artístico que ha sido expoliado.
En la larga confesión de Erik el belga se asegura que en fecha inminente se devolverán las piezas que faltan del retablo de la iglesia de Santa María de Azogue, en Betanzos (La Coruña), que fue robado el 7 de octubre de 1981. La mayoría de las piezas ya fueron devueltas, también a través de la embajada de París, hace poco menos de un año. Ha señalado también el belga la necesidad de localizar en Portugal a un súbdito alemán apellidado Diekman, en poder del cual se encuentran algunos de los objetos artísticos sustraídos el 25 de junio de 1981 de la iglesia de Paracuellos de Jiloca, Zaragoza. Añade en su confesión que algunas de las piezas que faltan de la silla románica de san Ramón, de la iglesia de Roda-Isábena, en la provincia de Huesca -ver EL PAIS del pasado 7 de mayo-, se recuperarán también gracias a las gestiones realizadas cerca de un comerciante de antigüedades francés.
Erik el belga realiza en su declaración un balance sobre las obras recuperadas en las últimas semanas. Menciona la arqueta de Banyoles y otros objetos sustraídos de la iglesia de la Virgen del Castillo, en la localidad zaragozana de Aniñón, y que han sido recuperados en Italia. Cita asimismo diversas piezas robadas el 4 de septiembre de 1980 del monasterio cisterciense de Santa María de la Huerta (Soria), y que también han sido devueltas en Italia.
Pide un careo
Pero, sobre todo, Erik el belga insiste en su declaración en la necesidad de que sea sometido a un careo con dos anticuarios de Valencia -uno de ellos llamado Francisco Fernández-, a los que acusa de haber comerciado con algunas de las obras sustraídas y que previamente habían pasado por sus manos. Las diligencias relacionadas con la recuperación del patrimonio artístico continúan. Ayer, Erik el belga fue trasladado al juzgado de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) para ser interrogado en torno al robo perpetrado el 23 de junio en el museo de Vicente Ros, de Martorell, de donde se sustrajeron más de 150 piezas, algunas de las cuales fueron encontradas hace un año. Por el momento se calcula que en total se han localizado por toda Europa, y gracias a las declaraciones de Erik el belga, un total de 70 piezas.
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