El lenguaje de la protesta
Al borde la autovía de circunvalación M-30, en los suburbios de la zona sur de Madrid, una familia emigrante ha decidido recordar a los automovilistas la realidad sangrante y viva del chabolismo. Sobre el amasijo de maderas, hierros y lonas que constituye el único refugio de tres generaciones, han colgado su pancarta, y lo que apenas puede decir la deficiente gramática lo expresan las miradas. 10 años de residencia en una ciudad que se proyecta en el siglo XXI no les han dado la oportunidad de conseguir una vivienda en condiciones dignas.
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