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GENTE

Luis Bello,

un pescador gallego, arriesgó su vida por salvar un ciervo. Días pasados, cuando se encontraba faenando en plena ría de Cedeira, vio cómo un ciervo se arrojaba a la mar desde un acantilado de unos 100 metros de. altura, cuando era perseguido por una jauría. Los perros, propiedad de algunos pastores de la sierra de la Capelada, estaban a punto de alcanzar a su víctima cuando ésta llegó hasta la punta Candelaria y decidió arrojarse al agua para salvarse. El pescador, que observó la escena desde el centro de la ría, dejó las faenas que realizaba y, navegando en difíciles condicíones, logró llegar hasta el animal. Luis Bello recogió al ciervo cuando ya estaba casi completamente agotado, lo llevó a puerto en su barca y lo entregó al veterinario munícipal. Cuando el animal se encontró totalmente restablecido fue devuelto al bosque.

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