Seis guardias civiles, presuntamente implicados en contrabando de tabaco

La posible implicación de seis números de la Guardia Civil de Cuntis y Cambados, localidades costeras de la provincia de Pontevedra, en actividades relacionadas con el contrabando de tabaco rubio americano ha motivado la apertura de una investigación exhaustiva por parte del Gobierno Civil, donde hasta la fecha no han facilitado información oficial al respecto.

Los seis guardias civiles han sido trasladados de sus puestos y se les ha instruído el oportuno expediente, aunque todo parece indicar que la envergadura, de las responsabilidades y el número de implicados puede ser mayor de lo que hacían suponer los primeros rumores.Puede calificarse de "secreto a voces" la implicación de numerosas personas en el contrabando de tabaco que llega a las costas gallegas como punto de partida para su distribución por toda España. Según fuentes oficiales, desde Galicia parte un 80% del total del tabaco de contrabando que se distribuye por el país.

Recientemente, el Gobierno Civil de Pontevedra ha puesto en marcha un amplio plan anticontrabando que conlleva el reforzamiento de las plantillas de agentes de orden público, resultado del cual ha sido, precisamente, el descubrimiento de la posible implicación de varios guardias civiles en este tráfico ilegal.

El proceso para introducir la mercancía en territorio español comienza en algunos puertos francos europeos, sobre todo de Holanda y Portugal, desde donde salen barcos mercantes que transportan, mezcladas con otras mercancías, las cajetillas de tabaco. Estos barcos, conocidos como barcas nodrizas, no cruzan nunca el límite de las doce millas de las aguas jurisdiccionales españolas.

Al barco nodriza se aproxima otra embarcación pequeña, que puede cargar hasta 500 cajas de tabaco rubio, para introducirlas posteriormente en aguas de las rías. Esta mercancía se deposita en bateas mejilloneras o bien se ancla entre dos aguas con la señalización pertinente. También puede descargarse en lanchas planeadoras (lanchas sin obra muerta, apenas formadas por un casco y un potente motor de hasta 1.000 HP, que las llevan directamente a tierra firme). En las playas esperan las partidas personas contratadas previamente para hacer el transporte a pie hasta alguna instalación industrial próxima a la costa, como fábricas de conserva o depuradoras de marisco, siempre que posean un importante tráfico de camiones, en los que luego se mezclará su producción con la mercancía destinada al contrabando.

Este punto del proceso es el más peligroso, ya que la Guardia Civil vigila especialmtente las costas y carreteras adyacentes. No obstante, se han denunciado descargas directamente a camiones en las instalaciones portuarias de Vigo y Villagarcía de Arosa durante la noche. Suele utilizarse la red de distribución del mejillón fresco que, desde las depuradoras, es trasladado a Madrid, y hay que destacar el hecho de que más de la mitad del tabaco de contrabando que se distribuye por Galicia entra por la ría de Arosa.

El porteador de a pie suele cobrar unas 22.000 pesetas por noche; sin embargo, es el distribuidor final quien suele llevarse la mejor parte en este negocio.