La RFA intenta acelerar el ingreso de España en la CEE

"El viaje de Felipe González a Bonn parece haber tenido su efecto. Los alemanes están intentando acelerar las cosas". El comentario cobra fuerza al venir de fuente francesa, y se refiere a los esfuerzos de la República Federal de Alemania (RFA) para hacer avanzar el tema de la reforma de la normativa de protección de los productos agrícolas mediterráneos, condición previa para que Francia, y detrás de ella Italia, acepten abrir la negociación del capítulo agrícola con España. El ministro de Asuntos Exteriores de la RFA, Hans Dietrich Genscher, se pronunció en este sentido el jueves en una comida en Bonn con los embajadores de los diez.

En este discurso, Genscher hizo suya la relación establecida por Felipe González entre la presencia de España en la OTAN y en la CEE. Anteriormente, el Gobierno español había rechazado la unión de los dos temas. "Son urgentemente necesarios progresos en las negociaciones para el ingreso de nuestros aliados de la OTAN España y Portugal", precisó el ministro alemán, con referencias a "conexiones estratégicas". Genscher ha hablado de que Occidente acepta la posibilidad de hacer uso de la "sangre de los soldados españoles", pero no de sus naranjas.

Los planes del Gobierno de la RFA, que ejerce en este primer semestre de 1983 la, presidencia del Consejo de Ministros de la CEE, se han visto tan retrasados que es difícil que lleguen a cumplirse. Ayer cundieron rumores -pronto desmentidos por el Gobierno de la RFA- de que la cita de los jefes de Estado y de Gobierno de los diez, el 6 de junio en Stuttgart, sería aplazada en vista de las elecciones anticipadas del 9 de junio en el Reino Unido, ya que quizá la primera ministra, Margaret Thatcher, no podrá asistir. En medios comunitarios se habla ya de lo que ocurrirá después de la cumbre de Stuttgart, dando por supuesto que no será un éxito. Pero las reuniones en Stuttgart de los diez "alrededor de la chimenea" pueden ser decisivas.

El lunes se reanuda el maratón para la fijación de los precios agrícolas, muy restrasado a causa de las desaveniencias entre los países del Norte y los del Sur en la CEE. Si en esta ocasión se llegara a un acuerdo, la RFA tiene pensado convocar in situ e inmediatamente una reunión del Comité Especial de Agricultura sobre el tema del acquis (acervo) mediterráneo, para despejar el terreno de cara al Consejo especial de Ministros de Agricultura, previsto para el 25 de mayo, y que ha de llevar una propuesta sobre esta cuestión a Stuttgart. La RFA podría presentar en esta ocasión una propuesta de compromiso sobre las frutas y hortalizas y el aceite de oliva. "El retraso de la reforma del acquis mediterráneo es lamentable", según Genscher, pero en medios comunitarios se acusa a la RFA de haber frustrado en febrero lo que podría haber sido un acuerdo.

La 'cumbre' de Stutgart

Con las elecciones anticipadas en Italia y en el Reino Unido, Stuttgart se presenta con un horizonte ya próximo cargado de nubarrones para España, aunque Genscher hablara de que "debería salir una declaración fundamental positiva". En principio, el 25 de mayo, la Comisión Europea debería haber terminado el documento sobre el capítulo agrícola, que ha de pasar al Consejo de Ministros. Francia lo bloquearía hasta que no hubiese una decisión interna sobre el acquis mediterráneo. En una reunión informal, este fin de semana, los ministros de Asuntos Exteriores de la CEE, debatirán este tema y las propuestas de la Comisión Europea sobre nuevas formas de financiación de la Comunidad que, en general, los países miembros han acogido con cautela. En su discurso del jueves, Genscher señaló que "el problema de la financiación va íntimamente ligado a la ampliación de la CEE".

En la sesión de negociación hispano-comunitaría que tendrá lugar, a nivel de suplentes, el próximo martes, España, se espera, presentará una declaración sobre la fiscalidad del tabaco, que. supone una alineación de los impuestos sobre el rubio y el negro, cuya diferencia de precios sería menor tras el ingreso. Por su parte, la CEE presentará tres declaraciones, sobre derecho comunitario derivado, sobre relaciones exteriores comerciales frente a, países del GATT y sobre monopolios de tabaco y (le petróleos. En este terreno, España ha contado con el apoyo interesado de Francia, que tiene sus propios monopolios que defender. La CEE ofrece un período transitorio de cinco años (Holanda quería cuatro) para la supresión del monopolio de comercialización.