La 'trastienda' de la noche electoral
El autor, presidente de Entel, empresa de informática que realizó, por encargo del Ministerio del Interior, la recogida de datos y difusión de los resultados de las elecciones municipales y áutonómicas del pasado día 8, explica los diversos procesos que se realizaron y los pormenores de su ejecución, y termina proponiendo la creación, sobre las bases ya echadas por estas experiencias, de una red permanente de información al ciudadano, uno de cuyos objetivos sería la difusión de resultados electorales.
En el momento actual del desarrollo tecnológico -y, en particular, de las comunicaciones-, cuando el ciudadano parece exigir que el conocimiento de cualquier hecho le sea proporcionado en directo, en el momento de producirse y en su propio domicilio, la demora en conocer el resultado del escrutinio de unos comicios electorales deja un amplio margen de tiempo para que se produzca una carrera rabiosa por dar cuanto antes la información.La sociología, la estadística y la informática, en diferentes combinaciones, están en la base de esa noche electoral para responder a la demanda de resultados que tiene el público.
Los sistemas más comúnmente utilizados para intentar adelantar el desenlace del proceso de escrutinio son tres. El primero de ellos podría ser la operación, de muestreo, en la que se reúne la información proporcionada por una serie (relativamente reducida) de mesas seleccionadas por procedimientos estadísticos y su estudio ofrece como resultado una aproximación a la realidad, condicionado, lógicamente, a la calidad de los estudios sociológicos, sociopolíticos y al modelo estadístico elegido.
Un segundo método que acorta la espera es el normalmente llamado sondeo, que consiste en utilizar el resultado de los primeros 100 votos escrutados de cada mesa. Por último, el teleinformático puro es un sistema que se plantea la recogida de los resultados de todas y cada una de las mesas y ofrece el cómputo de todas ellas utilizando técnicas informáticas y de telecomunicaciones.
Estos métodos son coincidentes y complementarios con el objetivo informativo, aunque el público pueda considerarlos contradictorios e incluso crearse partidarios y detractores de uno u otro de ellos. Cada método representa una opción diferente en la que se conjugan rapidez y fiabilidad en dosis proporcionales a las técnicas que utilizan, a la profesionalidad y, por qué no, a la suerte de los que la organizan. Téngase en cuenta que estos sistemas pueden llegar a adquirir gran complejidad en cuanto al número de personas y máqumías que intervienen, y deben funcionar perfectamente y en el momento exacto sin que quepa posterior enmienda, lo que les caracteriza como especialmente singulares y tensos.
Los diferentes sondeos y muestreos de primeros resultados producen el efecto de rebajar la tensión emocional que se genera a partir del cierre de los colegios electorales mientras se aguarda una información más amplia, suficientemente detallada y completa, como es el resultado de los datos finales de todas las mesas. Este trabajo amplio de recoger el resultado de todas y cada una de las 40.000 mesas que el día 8 recibieron el voto de los españoles, procesarlos y ofrecerlos a los medios de difusión -y, a través de ellos, a todo el público- fue el encargo que Entel recibió del Ministerio del Interior hace 40 días.
La red
La primera cuestión planteada para diseñar el sistema informático era el tipo de red a utilizar. Ante la ausencia de una red específica, ya instalada y en uso, hubo que orientarse hacia una solución que, utilizando elementos existentes, consiguiese un rendimiento adecuado, y se optó por los ordenadores Secoinsa, serie 40, que la Gerencia de Informática de la Seguridad Social tiene en 47 capitales de provincia, y en las restantes, con equipos similares del centro de proceso de datos del Ministerio de Economía y Hacienda.
Cada uno de estos puntos se unieron a dos ordenadores centrales de Entel en Madrid, que procesaron y elaboraron la información recibida. Para la difusión de estos resultados se procedió a conectar estos equipos a otros dos ordenadores pesados, también propiedad de Entel, que soportan la amplia gama de salidas que hoy ofrece la complejidad de la tecnología (terminales de pantalla, impresoras, plotters, etcétera).
La solución elegida fue compleja, en cuanto a conexión de ordenadores de diferentes fabricantes y al diseño de los distintos logicales, pero además de ser un reto a nuestra capacidad profesional, la aceptamos por la confianza que supone emplear en la red elementos suficientemente probados, por utilizar equipos de fabricación nacional y también porque el desembolso a realizar por el Ministerio del Interior disminuía ostensiblemente.
Puede afirmarse que si se tiene en cuenta la utilización de terminales e impresoras,para la difusión, pantallas gigantes, salidas en vídeo, gráficos obtenidos a través de microordenadores y del sistema de videotex, se ha ofrecido un amplísimo muestrario de lo que hoy es la informática; máquinas, lógical y telecomunicaciones han entrado en el diseño de la operación informática montada. Y además trabajando en estrecho contacto el Ministerio del Interior, la Compañía Telefónica, la Dirección General del Centro de Proceso de Datos del Ministerio de Economía y Hacienda (que prestó su infraestructura de entrada de datos en tres provincias), la Gerencia de Informática de la Seguridad Social (que la facilitó en las demás provincias), los gobiernos civiles, Secoinsa y EnteL
La democracia, ¿es cara?
Una actuación de este tipo exige además un despliegue de medios organizativos que permitan la llegada de los datos con la mayor rapidez y fiabilidad; para ello ha sido necesario organizar, consecuentemente, los centros de recogida de información en cada provincia, y el centro de control en Madrid, que ha supervisado toda la actuación. Como ejemplo citemos la revisión de las 18.000 candidaturas que se presentaron en los 8.034 municipios, para lo que ha sido necesario editar 09.000 impresos, reflejando en cada uno de ellos la identificación precisa de una mesa y las candidaturas que en ellas se presentaban, para hacer más fiable y rápido el punto débil de todo sistema informatizado, que es, lógicamente, la captura e introducción de los datos.
Al más apartado y quizá más hermoso rincón del Estado ha Regado, junto con una urna, un impreso diseñado y editado por Entel para añadir su dato particular a la suma general de voluntades que se reflejan en el escrutinio electoral.
Al tiempo que pienso en la dudosa frase de que la democracia es cara -dudosa por cuanto no se sabe o no se dice el coste de otros sistemas-, se me ocurren dos reflexiones. La primera es que no debemos ser los españoles tan diferentes como dicen algunos, porque somos tan eficaces como el que más. Y digo esto por dos motivos: primero, porque hemos conseguido que 50.000 personas de diferentes organismos y empresas, 1.000 máquinas y 1.500 líneas telefónicas, distribuidas todas ellas a lo largo y a lo ancho de España, funcionaran como una maquinaria perfecta bajo la batuta del Ministerio del Interior; segundo, porque empleando recursos nacionales en un ciento por ciento en el lógical y en un 99% en cuanto a máquinas hemos conseguido realizar el proceso informático con un coste cerca de 20 veces menor de lo que normalmente se emplea en informática en cualquier presupuesto.
La segunda reflexión es una sugerencia; eso sí, hecha a la gallega, en forma de pregunta: ¿por qué no usar todo este caudal en generar un sistema permanente de información al ciudadano, uno de cuyos subproductos -el más pequefío en consumo del sistema- consistiera en facilitar los resultados electorales cada cuatro años? Eso nos haría grandes; porque habríamos devuelto al ciudadano lo que, al fin y al cabo, es del ciudadano: la información.
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