Nubarrones salariales
Como reconocen los análisis de diferentes instituciones financieras y e informe del Fondo Monetario internacional sobre España, que se acaba de conocer la pasada semana, los ajustes progresivos que se piensan introducir en la economía nacional parecen una vía adecuada para corregir los desequilibrios estructurales que vienen aquejándola en los últimos años. Precisamente entre las sugerencias que se hacen por parte del FMI, el control de la política monetaria y la contención de los incremnetoes salariales aparecen como dos de los pilares básicos sobre los que han de descansar esos ajustes. Respecto al primero de ellos, hay por el momento síntomas de que se están cumpliendo los objetivos fijados por el Gobierno. Las disponibilidades líquidas, por ejemplo, se mantienen dentro del corsé del 13%. En el apartado salarial, sin embargo, ya han comenzado a aparecer algunos nubarrones) que hacen temer por el correcto cumplimiento de las normas de austeridad fijadas en el interior y recomendadas desde el exterior. A título de ejemplo, en el sector de banca, los sindicatos ya han planteado -en especial UGT- que no aceptarán un incremento del 11,61%, que representa la media de los que hasta ahora lleva contabilizados el Ministerio de Trabajo ( ... ). En Renfe - 140.000 millones de pérdidas en 1982-, por poner otro ejemplo, el aumento se ha situado en la parte más alta de la banda.( ... )Todo ello ya está provocando en diversas esferas temores de que el incremento real de los salarios a final de año supere sensiblemente el tope máximo fijado en el acuerdo interconfederal. Incluso en algunos sectores del Gobierno se reconoce sotto voce que probablemente el AI haya sido demasiado generoso y que estos incrementos aprobados en algunas empresas de la órbita estatal puedan provocar un resquebrajamiento de la austeridad que se requiere para remontar la crisis.
9 de mayo.
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