Shultz cree haber hecho "algún progreso" en su misión de paz tras sus conversaciones en Israel

El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, llegó ayer a la capital libanesa para iniciar la segunda tanda de conversaciones sobre la retirada de las tropas extranjeras de Líbano. Shultz, que procedía de Tel Aviv, declaró en Beirut que, después de sus conversaciones en Israel, creía haber realizado "algún progreso" en relación con la crisis libanesa.Un alto funcionario norteamericano declaró que las conversaciones mantenidas el viernes por Shultz con los dirigentes israelíes habían versado sobre tres problemas que, según precisó, son las últimos que quedan por resolver para llegar a un acuerdo: el futuro del comandante disidente libanés y aliado de Israel, Saad Hadad, y el de sus fuerzas; las competencias futuras de la fuerza de interposición de la ONU en Líbano, y las relaciones israelo-libanesas.

Tras su llegada a Beirut, Shultz, acompañado por el enviado especial norteamericano en Oriente Próximo, Philip Habib, y por el embajador de Estados Unidos en Líbano, Robert Dillon, se entrevistó con el presidente libanés, Amin Gemayel.

Posteriormente, las delegaciones norteamericana y libanesa en las negociaciones celebraron una reunión en la que se examinó punto por punto el proyecto de acuerdo para la retirada de las tropas extranjeras de Líbano.

Al término de la misma, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, John Hugues, declaró que "el problema del envío de la fuerza muntinacional de paz al sur de Líbano no había sido discutido".