El capitulo de la unión aduanera quedó ayer prácticamente cerrado en la negociación con la CEE

ENVIADO ESPECIALPor primera vez desde la llegada de los socialistas al poder en España, e incluso desde meses antes, las negociaciones hispano-comunitarias han avanzado. Ayer en la sesión ministerial de negociación en Luxemburgo se cerraron los apartados sobre textiles y restricciones cuantitativas sobre la importación. Para ello han sido necesarias dos sesiones ministeriales, dos de suplentes e innumerables reuniones técnicas, con lo que el capítulo de la unión aduanera ha quedado prácticamente ultimado, a falta de algunos puntos que no carecen de importancia. Tanto España como la CEE flexibilizaron sus posturas en lo que el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, calificó de "una sesión muy satisfactoria". Por otra parte se despejó el capítulo de las relaciones exteriores comerciales con un acuerdo sobre los principios que lo inspirarán.

En el apartado de textiles se acordó un período de transición de cuatro años (España pedía cinco, la CEE ofrecía tres) para la liberalización de los productos sometidos a contingentes estadísticos (hilados de algodón, pantalones, bragas y slips).

A lo largo de los cuatro años, las exportaciones comunitarias a España aumentarán respectivamente en un 13%, 18%, 20%. y 20%. El comercio en sentido contrario aumentará respectivamente en un 9%, 11%, 13 % y 15 %. La base de partida, tanto para los textiles como para el apartado de restricciones cuantitativas, se calculará sobre la media de los tres años mejores. entre los cinco precedentes a la adhesión.

Para las restricciones cuantativas a la importación de productos industriales de la CEE; este cálculo habrá de ser aumentado en un 40%. En este apartado, España ha logrado un período transitorio similar, de cuatro años, sobre una lista de 16 productos. Las excepciones contingentadas a la importación son las máquinas de coser inferiores a 200 unidades de cuenta europea (25.000 pesetas); las demás entrarán libremente. A los tractores y televisores en color de más de 42 centímetros se les aplicará un período de tres años. Morán habló de "la flexibilización generosa de algunos países", entendiéndose que se refería a Francia y a Italia.

Para cerrar el capítulo de unión aduanera sólo quedan los territorios especiales (Ceuta, Melilla, Canarias y probablemente el campo de Gibraltar) y el régimen general del período transitorio. La Comisión Europea ha preparado un problemático proyecto de declaración sobre un período de transición de siete años, proponiendo que el desarme arancelario de España comience incluso antes de la adhesión para paliar los efectos negativos para la CEE del acuerdo preferencial de 1970. Pero con lo logrado en este capítulo, estimó Morán, se ha avanzado en un 12% o 13% de la negociación global, hay buenas perspectivas para la reunión ministerial de junio.

Se aprobó, asimismo un importante inventario sobre los puntos de acuerdo en el capítulo de las relaciones exteriores, que podría quedar cerrado en junio.

Faltan las listas de productos específicos a los que aplicar los principios acordados, pero lo más significativo es que la CEE, como se esperaba, ha aprobado el principio de la regla de buttoir, planteado por España. Se trata de, en el proceso del desarme arancelario español, no favorecer más a los países terceros que a la Comunidad. España mantuvo sus reservas sobre las relaciones con Portugal -que han de ser especiales- y con Japón. ¿Calendario de negociación? "Todo indica que se va al ritmo esperado por el Gobierno español", declaró Morán.