El conflicto con Julio Feo y la polémica Maragall-Trias centran la campaña electoral catalana

La polémica desatada por las declaraciones anticatalanas atribuidas a Julio Feo, secretario general de la Presidencia del Gobierno, y desmentidas por el interesado ayer mismo, han dado alas a los candidatos convergentes, en una campaña que, tras los primeros días, se reduce a la visita escalonada de ministros del Gobierno socialista y a la insistencia de Maragall y Trias en convertir la economía en el eje del debate.

El enfrentamiento protocolario registrado en la inauguración de la exposición antólogica de Dalí, en Madrid, ha supuesto dos acusacíones de anticatalanismo contra Julio Feo, que repercuten directamente en la campaña. Las palabras despectivas al banderín presidencial de la Generalitat y al conseller Max Cahner, que, según fuentes de la Generalitat, pronuncio Feo, han originado una dura réplica de Miquel Roca, que en los mítines de este fin de semana propuso declarar a aquél persona non grata.De momento, no ha servido de nada el desmentido de Julio Feo en el que recordaba "su cariño por Cataluña y todo lo catalán". Los socialistas, por boca del ministro de Cultura, Javier Solana, han quitado importancia a la polémica. "Esto tiene tufillo electoralista", afirmó Solana, refiriéndose a la reacción de CiU.

La visita de Solana a la comarca del Baix Llobregat se enmarca en el programa de visitas ministeriales que se producirán durante toda la campaña . En principio, según declaró Ernest Lluch en Gerona, las intervenciones ministeriales serían de fin de semana. Sin embargo, ayer el ministro de Cultura, aprovechando su interés por el mosaico instalado en la plaza de Catalunya de Sant Boi, expresó su apoyo a las candidaturas socialistas del Baix Llobregat.

Mientras todo esto sucede y provoca réplicas y contrarréplicas, Maragall y Trias siguen en sus trece de convertir la economía y la presuntas situaciones de bancarrota de las instituciones que respectivamente han dirigido o dirigen en el eje de la campaña. A la acusación de que Trias era el responsable de la bancarrota de la Generalitat, éste ha respondido, indirectamente, afirmando que "el actual déficit del Ayuntamiento de Barcelona se desconoce" y que no quiere enfrentarse a ninguno de sus oponentes si no es en un debate en directo. En lo poco que ha transcurrido de campaña, Maragall y Trias no han coincidido en ningún debate.