La esposa de Walesa, Danuta, también fue interrogada en Gdansk por la policía polaca

Lech Walesa acompañó ayer a su esposa, Danuta, a la comisaría central de Gdansk, donde fue interrogada por la policía por espacio de dos horas. El líder obrero polaco dio instrucciones a su esposa para que se negara a responder a las preguntas formuladas por la policía -como él mismo hizo el día anterior durante un interrogatorio de cinco horas- y se limitara a responder que Walesa estuvo ausente de casa durante tres días, entre los pasados 9 y 11, en que estableció contacto con la dirección clandestina de Solidaridad.

Los interrogatorios al matrimonio Walesa significan, según fuentes solventes, el deseo del régimen del general Wojciech Jaruzelskí de aplastar cualquier acción propagandística de la oposición durante el 40º aniversario de la insurrección del gueto de Varsovia. De esta manera la policía mantenía a Walesa durante más de cuatro horas en una comisaría de Gdansk y grandes efectivos de la milicia dispersaban a varios centenares de fieles que se agruparon en torno a una improvisada cruz de flores en el centro de Varsovia.

Walesa se entrevistó con los dirigentes clandestinos de Solidaridad en el interior de un automóvil Volga, por lo cual fue citado por la policía como ayer lo fue su esposa.

Por su parte, la Comisión de Coordinación Provisional de Solidaridad lanzó ayer un llamamiento a todas las seccines del sindicato, ahora ilegal, para que organicen el 1 de mayo en todo el país "celebraciones independientes" de las de la fiesta del trabajo.