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Telefónica fue determinante en las mejoras de los índices

Los índices generales de las bolsas españolas volvieron a reflejar nuevos avances, con la excepción de el del mercado bilbaíno, que tuvieron sus justificaciones más significadas en las mejoras que el precio de las acciones de Telefónica experimentó hasta equipararse con el cambio del pasado martes en Bilbao, y en la recuperación de los valores del grupo eléctrico.El ambiente genérico se asemejó notablemente al de reuniones anteriores, donde los vendedores permanecían estáticos, mientras que la suma de algunas partidas compradoras de origen institucional y los flecos de algunos inversores animados por las recientes subidas originaban mejoras de cierta consideración, que en esta ocasión se trasladaron desde los valores del sector construcción hacia las eléctricas.

Este protagonismo asumido por los valores eléctricos ha sembrado un cierto desconcierto entre los especialistas no exento de reparos. En estos medios se considera que la reacción de estos valores tiene un cierto contenido de precipitación, al no haberse producido ninguna variación sustancial en sus condiciones objetivas, mientras que no ha permitido un respiro necesario a un mercado que ha comenzado a dar ya los primeros síntomas de un cierto cansancio, tras la desacostumbrada etapa alcista que ha protagonizado.

Así, Telefónica se constituyó ayer en el auténtico soporte de los avances registrados por los indicadores generales. Sus reponsables aplicaron una terapia drástica al flujo especulativo al que se había visto sometido el precio de las acciones de este valor, y equipararon los cambios de las cuatro bolsas al que se había registrado en la reunión de apertura semanal en Bilbao, 76%, a la vez que facilitaban los títulos precisos para que la normalidad volviese sobre este valor.

La prueba que se argumentaba como más evidente de la incidencia de esta evolución de la cotización de Telefónica era el que el índice del mercado bilbaíno, el único en el que esta compañía repitió su cotización, manifestaba un retroceso solitario de 19 centésimas, frente a los avances de los indicadores generales de las restantes bolsas, donde subió.

Este hecho era el que provocaba unas mayores prevenciones entre los especialistas, quienes comenzaban a considerar que estas subidas podrían comenzar a agostarse en breve plazo, sin que estuviese muy claro quién podría retomar el relevo en el papel de locomotora del mercado, sobre todo si las mejoras de las eléctricas se reproducen hoy e incluso se aceleran.

El peligro de que una evolución de este tipo diese lugar a realizaciones de beneficios genéricas, de las que no se salvase ningún sector, ponía una sombra de duda en el rostro de algunos representanes institucionales que temen el inicio de una etapa de baja de los mercados de acciones, que tuviese como respaldo adicional una subida de los tipos de interés como la que puede producirse por el endurecimiento que se está produciendo en las condiciones de los mercados monetarios nacionales.

Esta suma de factores determinaron unos cierres menos optimistas que los de reuniones anteriores, aunque tampoco se pudo hablar de una predisposición vendedora clara por parte de los inversores institucionales para las reuniones de hoy.

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