El Gobierno francés suaviza las normas de limitación de divisas para el turismo

Sin ceder en lo esencial, al mantener el control de cambios, el Gobierno francés ha concluido un acuerdo con el Sindicato Nacional de los Agentes de Viajes (SNAV) que modera las normas draconianas de la limitación de divisas y que permitirá veranear a más franceses de los previstos. El compromiso realizado salva de la ruina a la mayor parte de las agencias de viaje, y, en otro sentido, puede favorecer a los países con moneda débil.

Tras quince días de negociaciones, el ministro de Economía, Jacques Delors, y los representantes sindicales de las agencias de viajes han llegado a un acuerdo que, en parte, es posible que calme el desasosiego nacional que creó la limitación de divisas de los franceses para viajar al extranjero.Los ciudadanos franceses, o una inmensa mayoría, entendieron esta medida como un atentado a la libertad. Según las normas iniciales, los franceses sólo podían realizar un desplazamiento al extranjero por año y no contaban más que con 2.000 francos en divisas y 1.000 francos más en moneda nacional.

El acuerdo operado modifica de manera sensible la criticada normativa inicial del Gobierno. Se estipula, en primer lugar, que, al precio que fuere, los veraneantes galos podrán ir a donde les dé la gana con una condición: deben pasar por una agencia de viajes. De esta manera pagarán el transporte y el hotel en francos; además tendrán derecho a 250 francos en divisas por persona en el caso de que hayan escogido la fórmula de la pensión completa. Si se tratare de media pensión, se hacen acreedores a 750 francos.

Teniendo en cuenta que estas cantidades para gastos personales son reducidas, es de suponer que los franceses elijan para sus vacaciones países con moneda débil. Otra obligación de cada veraneante: sólo podrán realizar viajes programados en los folletos de propaganda de las agencias.

El carné de cambio para cada ciudadano se mantiene y sólo podrá atravesar la frontera una vez al año. Con anterioridad a este acuerdo, el Ministerio de Finanzas ya había facilitado los desplazamientos de los hombres de negocios al consentirles el empleo de cartas de crédito si estas últimas están a nombre de la empresa que representan.

Las agencias de viajes, por su lado, se han comprometido a reducir en un 25% su cifra de negocios hacía el extranjero respecto a las cuentas de 1982. A pesar de esta traba, los profesionales del turismo esperan salvar sus empresas, ya que, por otra parte, los eventuales veraneantes se verán obligados a recurrir a ellos para organizar sus vacaciones.