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El primer ministro, Maati Buabid, abre de hecho la campaña electoral en Marruecos

El primer ministro marroquí, Maati Buabid, presenta hoy en sociedad su partido, Ittihad ad Dusturi (Unión Constitucional), creado recientemente con vistas a las elecciones generales de 1983, cuya campaña, no obstante no haber sido declarada oficialmente, está ya en plena marcha.

Se supone -porque la última palabra en verdad le corresponde al rey Hassan II y éste aún no lo ha dicho- que las elecciones municipales y comunales tendrán lugar en mayo, poco antes del Ramadán, mes de ayuno religioso, que éste año cae en junio, y las legislativas, en septiembre, poco antes de que expire, en diciembre, el plazo constitucional.Esta tarde, en la ciudad obrera de Casablanca, preferida por todos los partidos para sus congresos, el Iitihad ad Dusturi, que para la ocasión electoral se propone editar dos diarios, uno en árabe y otro en francés, celebra su primer congreso, en el que se supone que el primer ministro, presidente provisional del partido, expondrá el programa de gobierno que querría llevar a la práctica si fuese llamado por el rey, que no por las urnas, a presidir otra vez el Gobierno.

El fin de semana anterior celebró su segundo congreso la Reunión Nacional de Independientes (RNI), que, después de haber estado un par de años en el poder y haberse comparado con la UCD española, ha descubierto una súbita vocación socialdemócrata.

Después de su salida del Gobierno en 1979, el RNI pasó en 1981 a ser, por decreto real del propio rey Hassan II, la "leal oposición de Su Majestad", que aparentemente no eran los socialistas, diezmados después de los sucesos de Casablanca de junio de 1981. "Nuestra oposición", ha explicado ahora el ex primer ministro Ahmed Osman, "es el Gobierno, que no aplica correctamente las directrices de Su Majestad". De aquel RNI original se desprendieron 59 diputados y varios ministros, que constituyeron otro partido, Nacionales Demócratas, que busca su clientela en el mundo rural.

La verdadera oposición

Junto a estos partidos, que la oposición verdadera considera oficialistas, se encuentra la verdadera oposición, ahora sin medios de expresión, que duda aún si participar o boicotear unas elecciones que ellos entienden que no serán honestas.Entre éstos partidos se encuentra la Unión Nacional de Fuerzas Populares, que preside el doctor Abdala Ibrahim, quien ya boicoteó las elecciones de 1976 y 1977 y que corre el riesgo de perder su influencia en la poderosa central de trabajadores Unión Marroquí de Trabajadores, a la cual envía cantos de sirena el primer ministro Buabid, que procedía precisamente de esas filas unefpistas.

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Los socialistas, que ponían como condición para participar en los comicios que se les devolviesen y autorizasen sus periódicos, clausurados desde 1981, y que se liberase a sus miembros aún detenidos sin juicio desde 1981, no han recibido aún ninguna indicación de parte del Gobierno que les sugiera que esas condiciones serán satisfechas.

Sólo los comunistas, a través de su secretario, Alí Yata, hicieron un llamamiento a esas otras dos fuerzas para formar un frente común y participar en las elecciones.

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