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El ministro, de Asuntos Exteriores calfica de "delicadas" las relaciones de España con Guinea

Las relaciones hispano-ecuatoguineanas atraviesan en estos momentos por una grave crisis, que se asemeja a las que ya existieron durante la época del dictador Macías, y que terminará en una revisión a fondo de la cooperación económica del Gobierno español con el régimen del coronel Teodoro Obiang Nguema, en la que se llevan gastados más de 15.000 millones de pesetas.

Ésta es, en síntesis, la conclusión sacada de unas declaraciones efectuadas ayer a Radio Nacional por el recientemente cesado embajador de España en Malabo, capital de Guinea Ecuatorial, Vicente Fernández Trelles. Hace unos días, la crítica situación por la que atraviesan estas relaciones salió de nuevo a la luz después de las denuncias efectuadas por el joven donostiarra Francisco Fernández Goberna, que tuvo que abandonar Guinea Ecuatorial, después de una serie de peripecias en las que estuvo acusado de intento de golpe de Estado, por acusar de corrupción a dos ministros del Gobierno Obiang en conexión con la ayuda española a la ex colonia.El ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, que en los próximos días recibirá a Francisco Fernández Goaberna, para escuchar sus quejas, declaró ayer a EL PAIS que la situación es delicada, y que ya el PSOE se opuso en marzo de 1982, en la Comisión de Presupuestos del Congreso, a la concesión de créditos extraordinarios a Guinea Ecuatorial.

El embajador Fernández Trelles defendió su actuación y la de miembros de su legación diplomática en el caso de Fernández Goaberna, que les había acusado de desatención, alegando que éste ha dramatizado los hechos, pero reconociendo que para tratar a los ecuatoguineanos "hay que tener mucha paciencia" y comprender en todo momento que se trata de un país africano".

El joven donostiarra, que llevaba en Guinea desde febrero pasado trabajando en la localidad de Akonibe, en una empresa de desarrollo agropecuario (PEDASA), fue perseguido, se le retiró el pasaporte y estuvo acusado de colaborar en un compló ,para la caída del Gobierno Obiang, después de descubrir y acusar de malversación de fondos al responsable de la citada empresa, el cubano Sergio Emilio Acosta, y a dos ministros guineanos.

El embajador Fernández Trelles, que ha estado destinado veintidós meses en Guinea Ecuatorial y que acaba de ser trasladado a Paraguay, rechazó que la empresa en cuestión reciba fondos de la ayuda española, pero aceptó otras quejas del joven español sobre el mal trato y los abusos que reciben las autoridades españolas en el país y que, al parecer, tienen como trasfondo la presión que el Gobierno Obiang desea ejercer sobre el nuevo Gobierno socialista de Madrid para que no retire la ayuda económica pactada por el Tratado de Amistad y Cooperación entre los dos países de octubre de 1980.

En los últimos meses, las autoridades guineanas han violado en una ocasión la valija diplomática española, han amenazado al cónsul en Bata y han dificultado el descargue de un avión Hércules del Ejército español, según declaró el embajador Fernández Trelles a RNE, aunque añadió que, en todas las ocasiones, el Gobierno de Malabo había pedido excusas al español.

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La prudencia de las declaraciones del diplomático español ayer y del resto de las autoridades españolas consultadas está motivada por el miedo a poner en peligro la situación de los españoles residentes en dicho país. En medios oficiales españoles se espera, aunque no con demasiado optimismo, que el presidente Obiang de la bienvenida al proyecto de la Coordinadora de fuerzas de la oposición guineana, que acordó este fin de semana en Zaragoza iniciar una negociación con Obiang "tendente a buscar una salida institucional al actual régimen".

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