Tres jueces de Madrid instruyen diligencias por supuestas torturas a detenidos
Cuatro detenidos, de los que tres no se conocen entre sí, han denunciado presuntas torturas de características similares, en el plazo de ocho días, tras haber pasado por el Grupo Primero de la Brigada Regional de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Madrid, donde a todos ellos les fue negado el derecho a asistencia letrada. Tres jueces diferentes han decidido instruir diligencias "en orden a un mayor esclarecimiento de los hechos", después de que los médicos forenses reconocieran a los detenidos.
EL PAIS se puso en contacto con el Grupo Primero de la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid, donde un funcionario, que se negó a identificarse y dijo ser "uno más de la tropa", manifestó que el jefe del Grupo se encontraba de vacaciones, pero que estos hechos "a nosotros nos caen de sorpresa y nos causan extrañeza este tipo de manipulaciones, aunque lo comprendemos perfectamente". El Ministerio del Interior no facilitó información alguna al respecto.Los abogados penalistas José Antonio Pérez Andrés, Gonzalo Martínez-Fresneda y Jaime Sanz de Bremond, que han sido designados por los familiares para defender a los detenidos y que no pudieron hablar con éstos hasta después de su declaración ante el juez, se entrevistaron ayer con el fiscal general del Estado, José Antonio Burón, para entregarle un escrito en el que le piden que ordene al Ministerio Fiscal que "ejercite, en forma de querella, la acción penal oportuna contra los funcionarios policiales responsables". Burón dijo a los letrados, según éstos, que pedirá un informe completo de las diligencias a cada juzgado, por si procediera abrir un nuevo sumario.
A juicio de los tres penalistas, "es bastante raro y tiene gran importancia que hayan coincidido los tres jueces en abrir diligencias al ver a los detenidos. Un juez no suele incoarlas cada vez que un detenido dice que le han pegado y abrir un sumario nuevo es complejísimo".
Justo Pajares, José Manuel Esteban, Antonio Benito y Francisco Javier Hernández, acusados de delitos comunes, fueron detenidos entre el 8 y el 16 de este mes, los dos primeros en relación con los mismos hechos y los otros dos en circunstancias diferentes, por funcionarios del Grupo Primero de la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid.
Pajares y Esteban declararon ante el Juzgado de Instrucción número 20; Benito, ante el número 22 y Hernández, ante el número 6, todos ellos de Madrid. Los cuatro manifestaron haber sufrido la tortura de la mesa o el quirófano, consistente, en relato textual de Pajares ante el juez, en estar "tendido con medio cuerpo sobre una mesa y medio cuerpo al aire, inmovilizándole la parte apoyada sobre la mesa por parte de tres o cuatro policías, a la vez que le ponían un casco en la cabeza, presionaban su cuerpo como para doblarlo y que la parte sin apoyar pasara a la parte de abajo del tablero de la mesa". A todos menos a Hernández, que le rociaron la cabeza con licor, les colocaron un casco en la cabeza, siempre según sus declaraciones, proporcionadas por los abogados, y, en algún caso, e "dentro del casco echaron algún líquido cuyas emanaciones le asfixiaban", en relato de Pajares. A Esteban le colocaron el casco "golpeándole tres o cuatro personas con los puños".
Antonio Benito declaró el 12 de marzo que el argumento para denegarle la asistencia de letrado fue "que estaba en calidad de preso y no de detenido" y que "le echaron sobre una mesa cubierta con dos mantas, boca abajo, con los grilletes puestos con un casco amarillo puesto", y, tras amenazarle "con hacer abortar a su esposa", le aplicaron "los electrodos a sus partes genitales".
Francisco Javier Hernández, detenido el 16 de marzo, declaró el día 18 que fue obligado a firmar en blanco el atestado policial y el acta de renuncia de sus derechos mediante malos tratos, y le colgaron "por las manos y posteriormente por los pies de una barra, siendo asimismo quemadas las plantas de los pies". El forense, Julio Amigo, dijo en su informe que el detenido presentaba, además de "conjuntivitis bilateral de origen químico", varias equimosis y "quemaduras en segundo grado en dorso de ambos pies, que verosímilmente pueden haber sido producidas por un cigarro".
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