El Partido Nacionalista Vasco trabaja intensamente en la solución del secuestro de Jesús Guibert

Más de 4.000 hombres, miembros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, están cubriendo el servicio de rastreo de determinadas zonas del País Vasco a fin de localizar el paradero del industrial guipuzcoano Jesús Guibert, secuestrado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas. Aunque, como en anteriores casos, la familia no reconoce haberse puesto en contacto directo con los secuestradores, en medios políticos vascos se afirma que de la carta enviada por Guibert se desprende que la operación de pago del rescate o al menos la negociación sobre el mismo ya se ha puesto en marcha. Se piensa ya en una pronta resolución del caso, por el que se ha interesado muy vivamente el Partido Nacionalista Vasco.

Según ha sabido este periódico, el Partido Nacionalista Vasco (PNV), del que es una persona significada el secuestrado -amigo, por demás, de Xabier Arzallus-, está utilizando todos sus canales informativos para dar celeridad al desenlace del secuestro, que cumple hoy una semana. El PNV no sólo ha hecho llamamientos a la militancia para que facilite información que pueda conducir a la puesta en libertad de Guibert sino que responsables del partido se han movilizado para forzar un pronto final a este secuestro.El delegado del Gobierno para el País Vasco, Ramón Jáuregui, reconocía a este periódico que "la mayoría de las investigaciones que se están realizando entre.la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Ertzaina son en base a informaciones que nos están llegando de forma voluntaria". Precisamente es en Guipúzcoa, en la comarca de Deva, donde la Policía Nacional y la Guardia Civil están procediendo a peinar todos los rincones. La Ertzaina, que todavía cuenta con poca dotación numérica, se está centrando en los controles de carreteras.

Aunque todavía existen muchas reservas entre la población vasca a proporcionar por propia iniciativa información útil para la lucha contra los terroristas, lo cierto es que, en opinión de los gobernadores civiles y del propio PNV, se está dando una mayor predisposición ciudadana que en casos anteriores. Durante todo el fin de semana se ha publicado en los periódicos vascos un anuncio de pago en el que se recuerdan al ciudadano los números de teléfono de la Policía Nacional, la Ertzaina y la Guardia Civil.

Inmediatamente debajo de los indicadores telefónicos, se puede leer la siguiente frase: "Tu colaboración construye la paz". La idea del anuncio, que no va firmado, surgió a propuesta de la junta provincial de seguridad de Guipúzcoa, en la que participaban junto a las autoridades autonómicas el delegado del Gobierno y el gobernador civil, y posteriormente fue ratificada en la Junta de Seguridad. Según pudo comprobar directamente este periódico, son numerosas las llamadas anónimas que se reciben en los mencionados teléfonos.

Advertencia al PNV

En esta ocasión la figura del in termediario no ha aparecido en ningún momento, como en ante riores secuestros. El PNV, espe cialmente interesado en qub la víc tima -afiliado de reconocido renombre en la localidad de Azpeitia- no solamente resulte ileso, sino que pague la menor cantidad posible por su liberación, está interviniendo directamente en la in vestigación.

Según pudo saber ayer este pe riódico, además de la actuació policial, el PNV, obsesionado porque la liberación de Jesús Guibert sea inminente, está jugandio un papel importante para la resolución de este secuestro.

Las fuentes oficiales del mencionado partido guardan el hermetismo habitual en estas circunstanclas; sin embargo, en medios nacionalistas se reconoce no sólo que el PNV está intentando negociar con los Comandos Autónomos, s no que se produjeron "momentos de tensión" a mediados de la pasada semana.

En círculos próximos a la mencionada organización terrorista que tiene en su poder al industrial guipuzcoano, se llegaron a pronunciar frases amenazantes dirigidas a los nacionalistas, en las que se insinuaban que peligraba la suerte de Jesús Guibert "si el aco so del PNV continúa".

Mientras tanto, a pesar del si lencio y del aparente estancamiento, todo parece indicar que la operación económica del secuestro ya se ha puesto en marcha.