Kohl encuentra crecientes dificultades para formar Gobierno en la RFA
La formación del segundo Gobierno del canciller Helmut Kohl presenta más dificultades de las previstas, a pesar de la limpia victoria de los cristiano-demócratas en las legislativas del 6 de marzo. Las negociaciones entre la Unión Cristiana Democrática (CDU) de Kohl, su rama bávara, la Unión Social Cristiana (CSU) de Franz-Josef Strauss, y el Partido Liberal (FDP) del ministro de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, han sido aplazadas hasta el martes. Estaba previsto que estas conversaciones hubiesen concluido el pasado sábado.La ausencia del ministro de Finanzas, Gerhard Stoltenberg, que presidió en Bruselas la reunión de los ministros de Finanzas de los diez sobre las nuevas cotizaciones de las divisas comunitarias, fue e la interrupción de las discusiones. Por otra parte, el canciller Kohl y Genscher tienen que viajar a Bruselas para participar en la reunión del Consejo Europeo, que se celebra hoy y mañana, con lo que las negociaciones gubernamentales se aplazan hasta mañana por la tarde, como pronto. La incertidumbre que hacen planear sobre las negociaciones los proyectos del temperamental Strauss ha incrementado las dificultades de la negociación. Según algunas informaciones, Strauss, que debe anunciar su decisión mañana, podría terminar aceptando el Ministerio de Defensa a condición de que el ministro de Asuntos Exteriores le deje todo lo relacionado con la seguridad y los euromisiles.
La política exterior será el núcleo de los debates cuando se reanuden las negociaciones. Strauss reclama un giro en la política de la República Federal de Alemania en África, Oriente Próximo y frente a los países de Europa oriental, muy especialmente con respecto a la República Democrática Alemana, lo que hace temer un violento enfrentamiento con el actual jefe de la diplomacia germanooccidental, partidario de la continuidad.
Otra dificultad adicional para Kohl la presenta la información del semanario Der Spiegel sobre el posible procesamiento del ministro liberal de Economía, Otto Lambsdorff, implicado en el escándalo de Flick. Lambsdorff es acusado de haber recibido del grupo Flick 165.000 marcos (unos 6,5 millones de pesetas) entre 1977 y 1980 a cambio de una exoneración fiscal concedida al grupo.
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