La imagen, 'asignatura pendiente' del líder de la oposición
Medio oculto por los micrófonos y los rótulos de todas las emisoras de radio imaginables, sirviendo de fondo publicitario para todas ellas, Manuel Fraga volvió ayer a mostrar la escasa importancia que concede a la imagen, en contraposición con el cuidado que dedicaron a este tema el presidente del Gobierno y sus más cercanos colaboradores.Alianza Popular estrenó la sala noble de su nuevo edificio en la calle Génova para una conferencia de Prensa que despertó, obviamente,, menor atención que Felipe González el día anterior, pero a la que, en cualquier caso, asistieron casi medio centenar de informadores. Las carencias de la sala, no concebida específicamente para estos actos, los fallos de megafonía, la soledad de Fraga tras una tarima -Sotillos había hecho retirar el día anterior una tarima semejante en La Moncloa, para acercar a Felipe González a los informadores-... Todo ello contribuyó a dar una cierta frialdad a este encuentro de Fraga con la Prensa, pese a los intentos de aproximación del presidente de AP, quien saludó a los periodistas, uno a uno, y hasta ensayó algún chiste: "A Felipe vamos a tener que conocerle como Philips, por aquello de mejores no hay".
Todos estos defectos estructurales no fueron sino el reflejo de algunos olvidos palpables, en cuanto a deseos de comunicación, en la exposición de Fraga: el líder de la oposición saltó de un tema a otro un tanto desordenadamente, fiándolo todo a su encanto personal, atropellándose algo en la dicción y sin que, al menos aparentemente, existiera un trabajo previo de equipo o una mínima planificación del acto. El resultado fue que la conferencia de Prensa se extinguió, por falta de temas y por deserción de varios informadores, antes del límite de dos horas fijado por Fraga. Sin embargo, el líder de la oposicíón afrontó con paciencia repeticiones de preguntas y alguna cuestión impertinente, que antaño le hubieran hecho saltar de su asiento. También empleó esta mis ma mesura formal al valorar los tres primeros meses y medio del Gobierno.
La deficiente preparación de este encuentro de Fraga con la Prensa destacó aún más cuando, apenas media hora después, comenzó, en los salones de un hotel, la valoración de los cien días de Gobierno hecha por el aliado de AP, el Partido Demócrata Popular, de Oscar Alzaga. El presidente del PDP acudió rodeado de sus principales colaboradores, cada uno de los cuales desarrolló una dura crítica a un aspecto concreto del desarrollo del programa socialista. Después sería entregado a los periodistas un dossier, conteniendo cierto número de datos, sobre cada uno de estos aspectos.
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