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Tres ministros marroquíes aplazan la visita que debían iniciar mañana a Madrid

El presidente del Gobierno español, Felipe González, podría venir con las manos vacías a Rabat en su primer viaje al extranjero, anunciado para los próximos días 28 y 29. Los tres ministros marroquíes que debían viajar mañana a Madrid con sus respuestas a las contrapropuestas españolas sobre el acuerdo global de coopera ción y pesca solicitaron el lunes un aplazamiento de su visita.

Dada la enorme distancia que separa por el momento las respectivas posiciones negociadoras, esta postergación pedida por los ministros marroquíes -quienes afirman "no haber tenido tiempo para estudiar el documento español"- convierte en remota la posibilidad de que se llegue a un acuerdo que sustancie y dé contenido concreto a la visita de Felipe González.Después de unas negociaciones en Rabat de los ministros Enrique Barón y Carlos Romero, los pasados días 18 y 19 de febrero, que no pueden calificarse precisamente de brillantes, la parte española, ya de regreso en Madrid, parece haber comprendido que las exigencias planteadas por los ministros marroquíes estaban en contradicción con la directivas dadas a éstos por el propio rey Hassan II.

Sobre esa base se elaboró un proyecto de acuerdo global a largo plazo, que fue calificado de acuerdo con vistas al año 2000. La exigencia formulada por los marroquíes el 18 de febrero de que España reduzca en un 70% su esfuerzo pesquero devaluaba considerablemente la oferta del rey Hassan ll.Cambio radical

La contrapropuesta que por fin hicieron llegar a los marroquíes los ministros Barón y Romero, después de analizar con tranquilidad en Madrid la negociación de los días 18 y 19 de febrero, constituye un cambio radical sobre la postura adoptada durante su estancia en Rabat.

Se solicita ahora, como base de partida, el mantenimiento del estado actual en lo que concierne al esfuerzo pesquero español y se ofrecen las contrapartidas que ya había ofrecido el anterior Gobierno de UCD, más otras de marcado contenido político.

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Éstas implican además que el PSOE-Gobierno deba olvidar -con razón- las reservas que el PSOE-oposición opuso en el debate parlamentario de febrero de 1978 a la ratificación del acuerdo pesquero con Marruecos. Pretendían entonces que en el acuerdo que distingue entre pesca al norte del cabo Nun y al sur del cabo Nun se incluyese una precisión de que las aguas reconocidas de soberanía marroquí eran las entendidas situadas en la latitud Norte 27 grados, 40 minutos, en las proximidades de punta Stanford.

Con ello se pretendía que un acuerdo con Marruecos precisara que no se le reconocía soberanía a Marruecos sobre las aguas del Sahara occidental, por pescar en las cuales, no obstante, se admitía que se pagasen importantes cánones.

La postura adoptada ahora por los ministros Barón y Romero es ciertamente más acorde con los intereses españoles, pero ya introduce el inconveniente de que significa un cambio con lo que dijeron en las negociaciones pasadas de febrero.

Todos estos problemas permiten dudar de la seriedad con que ha sido preparada una visita tan importante como la que debe efectuar a Rabat Felipe González, cuyo principal objetivo parece ser exclusivamente reafirmar al rey Hassan II la voluntad del Gobierno socialista español de llevarse bien con él. La visita a Madrid del ministro marroquí de Asuntos Exteriores, M'Hamed Bucetta, para preparar el viaje de Felipe González, que debía haberse celebrado ya, ha sido pospuesta varias veces por discordancias de calendario con Fernando Morán y todavía no ha sido fijada.

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