El Gobierno, favorable a estudiar nuevas medidas que favorezcan la contratación temporal

La contratación temporal, actualmente reglamentada mediante la prórroga de los decretos del pasado mes de julio, sufrirá nuevas modificaciones con el fin de hacer más atractivo este tipo de contratos a los empresarios españoles. Las declaraciones del presidente del Gobierno. Felipe González, durante la conferencia de Prensa celebrada el pasado lunes fueron complementadas ayer por otras del ministro de Trabajo, Joaquín Almunia, que aunque insistió en la intención del Gobierno de defender la estabilidad en el empleo, no descartó nuevas medidas de cara a la contratación temporal mientras la situación económica así lo requiera.

La introducción de los programas de fomento de empleo, basados en la contratación temporal, con motivo de la firma del Acuerdo Nacional sobre Empleo (ANE), provocó una de las más fuertes reacciones de los sindicatos en la pasada legislatura. El temor de las centrales se basaba en que la nueva forma de contratación terminara abriendo el camino de la flexibilización de plantillas. Aunque la nueva normativa -y su posterior modificación un año después- fijaba algunos mecanismos de limitación que impedía la total eventualidad en el empleo, los sindicatos CC OO y UGT hicieron en su momento cuestión de honor de que la normativa se extinguiera junto con el ANE.Sin embargo, una vez finalizada la vigencia del acuerdo en diciembre de 1982, el nuevo Gobierno socialista decidió prorrogar los decretos sobre contratación temporal, por entender que en momentos de crisis era un mecanismo adecuado para crear empleo. No obstante, introducía nuevas cautelas con el fin de evitar la total flexibilidad de plantillas. Parecidas tesis son las que defendió ayer el ministro de Trabajo, al hacer referericia a las declaraciones del presidente del Gobierno. Para Joaquín Almunia, la contratación temporal resulta necesaria en estos momentos aunque "nuestro objetivo sea conseguir la total estabilidad en el empleo".

De acuerdo con sus palabras, el primer objetivo es conseguir la creación de nuevos puestos de trabajó, aunque sean temporales. El segundo paso es instrumentar mecanismos que permitan la reconversión de estos contratos en fijos. Por lo que se desprendió de sus declaraciones, estos mecanismos podrían consistir en subvencionar económicamente a las empresas.

Preferencias empresariales

Joaquín Almunia echó mano de los datos referentes a 1982. De un total de 444.500 contratos suscritos acogiéndose a los programas de fomento de empleo el pasado año -cuando aún estaban vigente la normativa anterior-, 253.100 fueron contratos temporales, 105.600 correspondieron a contratos bonificados y 28.400 fueron contratos en práctica y para la formacion.Almunia. aseguró que en enero el número de contratos había aumentado considerablemente, estimando que un 70% de los contratos suscritos son temporales. "Esto parece demostrar que los empresarios prefieren la fórmula de contratación-temporal a otras que, incluso, pueden resultarles más rentables".

Aunque eludió definirse claramente sobre la posibilidad de establecer nuevas modificaciones, Almunia subrayó que "cuando la sociedad demanda este tipo de contratos sería ilógico rechazarlas por cuestiones ideólogicas".

La posibilidad de favorecer aún más la contratación temporal ha sido valorada en forma harto distinta por los dos sindicatos mayoritarios. UGT recordaba ayer en un comunicado que siempre se había mostrado contraria a la contratación temporal como mecanismo de flexibilidad de plantilla, como algunos sectores empresariales las interpretan y como las concebía el Gobierno de UCD. Tras señalar que nunca pueden ser un sustitutivo del contrato fijo, asegura que las medidas son perfectamente asumibles por UGT siempre que exista vigilancia y control de los sindicatos y la Administración para evitar el mal uso de las mismas.

Por su parte CC OO difundió una nota en la que "lamenta que el presidente del Gobierno "al hablar del paro, se haya limitado al estricto terreno de la flexibilización de plantillas y de unas mayores facilidades al empresariado para la contratación temporal". El comunicado advierte que estas medidas no fomentan el empleo, sino que contribuyen a su destrucción y finaliza solicitando al actual Gobierno la "ineludible negociación de un plan integral de medidas de fomento del empleo, atendiendo a criterios más objetivos y racionales que los utilizados hasta el momento".